domingo, 16 de diciembre de 2012

Birds

A veces me preguntan qué es lo que se siente al ser amado. Pero nunca sé que contestarles. ¿Alegría? ¿Felicidad? ¿Satisfacción? No lo sé. Realmente es curioso, llevo casi un año sintiéndome amada y aún no sé como explicar esta sensación. Sé que cada noche, cuando me acuesto y cierro los ojos, no siento miedo. ¿Sabéis ese miedo al mañana? Miedo al futuro, a lo que pasará y no podrás evitar, miedo a las caídas, a tomar nuevas decisiones y equivocarte, miedo a tropezar y que nadie esté ahí para levantarte al momento, miedo a la soledad, a las enfermedades, a la tristeza, a arriesgar y perderlo todo...miedo en general. Yo no siento miedo. No me importa caer porque sé que si él no puede levantarme, se estirará a mi lado y me abrazará. Tampoco me importa enfermar porque sé que él me cuidará, y no tengo miedo a tomar decisiones porque sé que decida lo que decida, él seguirá en mi vida. Y sobretodo, no le temo a la soledad. Porque él está conmigo. Porque lo está las 24 horas de todos los días del año. 
¿Sabéis cuál es otra de las cosas que más me gusta de sentirme amada y de amar? Que lo sé todo sobre él. Sé que le gustan las fresas con chocolate, que sus patatas favoritas son las Bocabits, que prefiere fanta de naranja antes que coca-cola, que no le gustan ni la mitad de programas que me gustan a mí pero aún así siempre los acaba mirando, que los viernes acostumbra a desayunar bocadillo de escalopa, que són 12 las veces que ha pasado por el quirófano y podría señalar todas sus cicatrices hasta con los ojos cerrados. Sé que adora ver cuando salen los coches de F1 y que siempre grita "¡que salen, que salen!" y que cuando tiene un mal día se escapa a "su lugar". Sé que no soporta las series de hospitales y que le sienta mal ver sangre y operaciones. Sé que le cuesta llorar cuando no es a mi lado, que le gustaría que me comprara unos tacones rojos y que su color favorito es el azul. Tambien sé que adora que lleve cosas suyas, que siempre se pone pesado en pagarmelo todo y que adora que le abrace fuerte cuando vamos en moto. Sé que en su mochila de básquet siempre lleva una botella de fanta de naranja o coca-cola llena de agua, y que cada fin de año estrena calzoncillos rojos. Sé que hasta en invierno acostumbra a comer helado de postre y que se vuelve loco cuando le digo que le echo de menos. También sé que le gustaría ganar un poco más de altura (pero para mí ya es perfecto tal y como es). Sé que me quiere, que mataría por pasar toda la vida conmigo, que quiere tener dos hijos conmigo, que aún no sabe lo que estudiará pero también sé que elegirá bien. Sé que le gusta que lleve pendientes largos, y que aunque siempre que me duermo encima de su brazo le corto la circulación, sé que adora que me duerma encima de él. Sé que no le gusta despertarse tarde, que le gustaría que algún día le sorprendiera vestida de vaquera y que adora mis besos(pero solo los que él llama "de los buenos"). Sé que muchas noches cuando se va a dormir le gustaría que yo estuviera ahí con él, que a veces me deja ganar para que no me enfade, que tiene más cosquillas en el píe izquierdo que en el derecho, que de aquí 2 años tendrá más pelo en la cabeza que yo, que aún sigue esperando que algún día le baile y le cante, que su película favorita es Glory Road. Sé que duerme con un cojín entre las piernas, que en el mueble de debajo de su televisión guarda libros de cuando era pequeño, que le gustaría vestir más atrevido pero que nunca lo hará, que le vuelven loca las rubias pero está enamorado de una pelirroja, que se muerde todas las uñas menos dos, que se dejó mi pulsera en la bolsa de piscina de Huesca, que cada vez que escucha la canción de "whistle" se pone a cantarla, que le gusta que le abrace muy fuerte hasta ahogarle, y también sé que quiero pasar el resto de mi vida a su lado









jueves, 4 de octubre de 2012

¿Me preguntas que qué es lo que necesito? Necesito un chico que me quiera, pero poder salir de fiesta olvidándome de él. Necesito noches acompañada de alcohol y un par de chicos guapos que me deseen aún sabiendo que no puedo acercarme a ellos. Necesito adelgazar, poder mirarme al espejo y que no me entren ganas de bomitar. Necesito recuperar todo lo que he ido dejando atrás durante este año. Necesito magia, necesito tanta magia que todo me parece poco. Necesito un baile con un vestido largo y que lleve un buen escote, y que al entrar al baile suene esa canción que siempre consigue emocionarme y justo en ese momento aparezca él. Necesito una máquina del tiempo que me transporte meses atrás, ahí donde aún no sabía lo que era al amor, ahí donde seguía llorando noche tras noche porque el dolor de echarle de menos me estaba matando, ahí donde la amistad era lo único que corría por mis venas, ahí donde era feliz besándome con cualquiera y dejándole al día siguiente...necesito volver, bajarme de este tren y vivir, vivir la vida que cualquier niña de 15 años desea vivir, la fiesta, el alcohol, los besos cortos, las noches llorando, las primeras mariposas y las últimas lágrimas, la locura incontrolable a las horas de recreo, los cotilleos sobre el chico guapo que nos vuelve locas a todas y la emoción de contarles a tus amigas lo que hiciste el día anterior con ese chico que conoces desde hace un par de semana...los secretos que solo compartes con ellas, el tiempo para tí y la soltería. 
¿Quién dijo que vivir enamorado y correspondido es vivir feliz? ¿Quién se quejó de su soltería y quiso una historia de película? Porque estaba equivocado...cuando vives esa historia, todo se acaba; la magia, los deseos, la curiosidad, el amor... Y lo peor es que esa historia solo la vives una vez, luego todo són pedacitos de lo que quedó esa primera vez.









Pero le quiero.

jueves, 6 de septiembre de 2012

¿Como se puede vivir así?

Siempre he odiado el verano. Porque ese calor que me acaricia la cara acostumbra a ser de todo menos agradable. Porque la gente conoce a gente nueva que les lleva a caminos distintos, y eso les hace cambiar. Porque me siento sola sin los más queridos. Porque todos creen enamorarse en verano, y a finales de septiembre casi ni recuerdan ese amor fugaz y pasajero. Porque al terminar ése verano "perfecto", muchas parejas rompen y toca consolar y consolarse a sí mismo. Porque cuando acaba, me encuentro con alguien al que preferiría no cruzarme(aunque muy en el fondo, yo haya provocado ése encuentro "inesperado"), porque el verano me trastorna, me baja la autoestima hasta el sótano más profundo y de repente, me la sube hasta las nubes. Porque un día me despierto con ganas de comerte el mundo y al día siguiente, el mundo me come a mí. Porque pierdo la cuenta de todo; del día en que vivo, de la hora que es, y hasta de lo que es madrugar. Porque tener que soportar cuerpos perfectos y delgados con curvas perfectas y niñatas que pueden llevar bikinis perfectos de color rojo y blanco y hasta verde, y verlas a todas con camisetas cortas que dejan a relucir su perfecto ombligo mientras yo me tapo debajo de una camiseta que se parece más a un jersei que a cualquier otra cosa...porque tener que ver y tragar todas ésos cuerpos perfectos desde el primer pelo de la cabeza hasta el último dedo del píe, todo eso me repugna, me cambia pero a peor, ¿como se puede vivir así? Tan perfectamente escondidas detrás de un cuerpo, escondiendo el dolor de pasar de tío 9 a tío 10, a ser juguete y víctima de sentimientos no correspondidos, a ser un juguete érotico que se pasan uno a uno gratis, a no hacerse valorar y que no las quieren por lo que són, sino por como se ven. ¿Como se puede vivir así? Es imposible envidiar a un cuerpo perfecto, si ese cuerpo no ha conocido lo que es el amor verdadero.
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jueves, 19 de julio de 2012

Las no-sonrisas

Verle pasar y que tu orgullo pare a tu sonrisa y quedarte con ganas de sonreír. Que te hagan reír mientras estás cabreada y quedarte seria. Fingir que no eres feliz, esconder tu sonrisa porque no te gusta enseñarla al mundo, llorar cuando deberías salir a la calle y llenar cada esquina de sonrisas. ¿Donde van esas sonrisas que están a punto de salir y no salen? ¿Donde se esconden esas sonrisas que escondemos? Y las sonrisas que acaban convirtiéndose en lágrimas, ¿qué hacen con ellas? Supongo que se van corriendo hacia el escondite de las sonrisas perdidas, esperando a ser encontradas o más bien, rescatadas.
Y yo las encontré, me pesaban tanto que las tuve que rescatar de esa caja de pequeños recuerdos: el corazón.



(Re)encontrarse

Puedo pasarme días sin tus miradas cada medio segundo y con mis oídos tristes al no escuchar tu risa. Puedo pasarme días echándote de menos y escondiéndolo con un par de sonrisas forzadas cada tres minutos y un "estoy bien, soy fuerte". Pero no puedo esconder la felicidad que me corre por las venas cuando después de pasar días sin rozar tu piel, vuelvo a estar entre tus brazos. Ya no puedo quererte más de lo que te quiero, solo puedo quererte mejor.



jueves, 28 de junio de 2012

Destino o casualidad

"Querido destino: Gracias. Hace tiempo creí que el viento y las lluvias de abril se habían llevado mi sonrisa. Me hundí en un pozo de aguas frías, aguas con pequeñas espinas que se me iban clavando poco a poco. Pero no mentiré. Sé perfectamente que me negué a salir de ese pozo hasta que tú trajeras hasta mí como un imán a un chico sobre un caballo blanco y con tulipanes entre sus manos. Y esperé, esperé mientras el agua congelaba cada parte de mí y seguí esperando mientras el sol se apoderaba de mi piel. Hasta que un día, apareció. Sin el caballo blanco y sin los tulipanes entre las manos, pero supe que era él. Gracias destino. No sé como agradecértelo. Supongo que cuando nos uniste, lo único que nos pedías y la única cosa que esperabas de nosotros era que no quisiéramos. Pues esta noche puedes dormir tranquilo.  Te aseguro que jamás en la vida había querido tanto a alguien."


Atentamente: Una chica cualquiera que no sabía nada de la vida hasta que su vida se presentó delante de ella disfrazada de chico.



lunes, 25 de junio de 2012

(in)completo

Ella se sentía vacía, aún sabiendo que lo tenía todo. Un chico al que besar cuando le apeteciera y con el que poder pasar días enteros y quedarse con ganas de más. Gente a su alrededor al que podía llamar amigos, y una familia que la cuidaba y la quería. Pero su sonrisa escondía lágrimas que solo dejaba que se derramasen por su mejilla formando un pequeño río por la noche. Noches en que se sentía sola y solo le quedaba la compañía de la luna y un par de cojines al que abrazar cuando sentía nostalgia de él. De vuelta a la rutina de cerrar la luz y con los ojos medio abiertos, ponerse a escuchar esas canciones que la hundían más en sus pequeñas chorradas. Solo deseaba que noches como esta, él estuviera con ella. Y la abrazara. Y la besara. Y la amara. Pero sobretodo, poder dormirse entre los brazos de él, mientras escuchaban un par de esas miles de canciones que compartían. Pero esa noche él no estaba, y ella le necesitaba. Pero la tenía a ella; su carcajada en cada risa y su lágrima en cada lloro. La persona que le había sido más fiel. Por la que seguía sonriendo en noches como esta. La pequeña alegría que llenaba su vida de color.


jueves, 21 de junio de 2012

Elegir

Una noche cualquiera, con la luna como protagonista, elegí quererte y con ello, todas sus consecuencias. Elegí que tu risa se convirtiera en la armonía que acompañaba mis días, que tus besos acabaran siendo el alimento del que alimentarse mi corazón. Elegí dormirme cada noche con tu imagen en mi cabeza, y querer despertarme cada mañana con el susurro de tu voz. Elegí perderme en cada rincón de tu cuerpo, y que tus dedos se enredaran cada tarde en mi pelo. Elegí ponerme a temblar cada vez que nuestro amor sufriera algún daño, y llorar noche sí y noche no por miedo a perderte. Elegí tener miedo. Que mi vida colgara de un hilo que tú sujetabas, y mi felicidad colgara de tus manos. Elegí aceptar cada fallo, cada manía, cada defecto y cada error. Elegí dejar de vivir mi vida para empezar a vivirla contigo, y dejar de ser una para convertirnos en dos. Elegí que tú me enseñaras otra forma de amar, y otra manera de vivir. Elegí ser fuerte. Y al sumar todas esas cosas, me dí cuenta de que el resultado era que te elegí a tí.

lunes, 4 de junio de 2012

Todo vuelve

La vida gira. Gira al compás del tiempo, sorprende, duele, hunde, te hace volar. La vida te devuelve todo lo que un día te quitó. Puedes sentarte a esperar, viendo como el tiempo pasa y nada cambia, intentando parar el reloj pero sin conseguir parar el tiempo, o puedes actuar y luchar para que vuelva, arriesgar para ganar. Yo arriesgué. Y luché con todas las palabras que un día guardé en un cuaderno "por si a caso algún día vuelve". Y ha vuelto, no sé de que manera ni para cuanto tiempo. No sé si se volverá a ir. No sé si todo es real. Solo sé que después de mucho tiempo, hemos dejado de ser como desconocidos. Y eso es suficiente.

lunes, 21 de mayo de 2012

Siente el pasado, vive el presente

Observo mi alrededor y callo. No hay palabras suficientes para describir lo que se siente al ver que lo que te envuelta no es feliz, no hay palabras demasiado precisas o exactas para poder explicar lo hundido y vacío que se siente mi mundo al ver que la gente más cercana a mí se va hundiendo poco a poco, y tener que ver como me piden ayuda y yo ni siquiera sé como proporcionarles lo que necesitan. No sé que palabras utilizar para hacer de sus realidades un poco menos malas. Pero siempre vuelvo a la misma teoría: tiempo al tiempo. Es lo único que puedo decir. El tiempo hace de las heridas algo menos doloroso, a veces las cierra y otras veces evita que sigan igual de abiertas. Las sana. El tiempo te cura, te hace fuerte, te pisa y te hunde, pero eso es lo que necesitamos. Solo él tiene la respuesta a todas nuestras preguntas. Solo él sabe si aquello que se fue, volverá. Solo él puede devolverte esas noches en las que la felicidad te sobraba, esos días en los que podías regalar sonrisas a quién quisieras porque tenías demasiadas. Tiempo. Eso que pocas veces nos sobra.
Cuando sientes que se te cae el mundo encima, cuando te das cuenta de que lo que llenaba cada centímetro de tu cuerpo y cada segundo de tu vida se va, cuando te entra el miedo porque tienes algo y sabes que tarde o temprano lo perderás, cuando la vida te da lecciones como que no puedes retener algo para siempre, son en esos momentos en los que quisieras parar el tiempo. Detenerlo todo. Detener las noches en vela intentando encontrar una razón para continuar, una excusa para no abandonar, o una solución para no terminar. Es entonces cuando cierras los ojos apretándolos tan fuerte que hasta se te forman pequeñas arrugas alrededor de tus pestañas, pidiendo a gritos que todo desaparezca y que al abrirlos todo vuelva a ser como antes. Pero por ahora no ha llegado ningún milagro que nos haga viajar al ayer, porque por mucho que odiemos el hoy y nos neguemos a un mañana, el ayer es ayer y eso nada ni nadie podrá cambiarlo. 



domingo, 20 de mayo de 2012

Happiness

Muchos definirían la palabra "felicidad" como algo que no se puede definir. Algo inexplicable. Un sentimiento que no necesita razones para sentir. Es lo que sientes cuando dejas de sentir, y a la vez lo empiezas a sentir todo. Un subidón, como la primera vez que te subes a una noria o cualquier atracción que siempre te dio miedo. Es querer volar, y verte capaz. Ser feliz es verte tumbado al otro lado de la cama y que tu pecho se convierta en mi almohada. Es no tener la necesidad de dormir, porque ni cualquier sueño ni ficción supera la realidad. Es tenerte aquí, conmigo, y saber que pase lo que pase no te irás.

Capaz de cambiar mi vida con solo una mirada

Hace tiempo, alguien me dijo que cuando pones en duda si quieres a alguien, ya has dejado de quererle. Que si alguna vez buscas alguna excusa para acabar con vuestro amor, lo vuestro ya ha acabado antes de que encuentres la excusa perfecta. Que no puedes esperar a perder a alguien para valorarle. Y es por eso que desde que te conocí, no paso ni una sola noche sin pensar en todas las sonrisas que me robas durante el día, sin recordar y contar todas las veces que me has echo reír. Que hoy hace tres meses que empezé a vivir. Yo era como un día de tormenta, era como ese sol que se esconde detrás de una nube esperando a que alguien le ayude a salir. Y tú me ayudaste. Llenaste mis días de sentimientos inexplicables y fascinantes, pintaste mi cara de sonrisas, y me obligaste a ser feliz. Hoy hace tres meses que al besarte sentí una extraña sensación de que eso ya lo había vivido. Pero lo que realmente me pasó fue que llevaba toda la vida soñando con ese momento; el momento en el que mis labios rozaran los de otro y me diera cuenta de que era él. Porque siempre fuiste tú, aunque no lo supiera. Porque desde que me hablaron de príncipes azules y finales felices, había deseado encontrar a alguien que hiciera de mi mundo un paraíso. Y entonces llegaste tú. Y cambiaste mi vida.


miércoles, 16 de mayo de 2012

Fly


Recuerdos. O lo que es peor; recordar. Y lo mejor de recordar es llegar a un punto en el que te toca olvidar. Es decir, pongamos el caso de que ahora eres feliz. Tan feliz que hasta sientes que podrías tocar el cielo. Mucho más que eso. Estás convencido de que lo estás tocando, de que estás volando. Y no quieres que eso que te mantiene en el aire se vaya, no puede irse porque si no caes. Y es una de esas caídas que te destrozan físicamente y moralmente. Que te hunden. Pero a veces dicen que no es bueno volar con los ojos cerrados, y a pesar de que has puesto toda la confianza en eso que te hace volar, y aunque tú sabes que no dejará que tus alas se esfumen, un día, así sin más, desaparece. Y caes. Todo pasa tan deprisa que no te da tiempo ni de reaccionar. Estás ahí, contra el suelo, contemplando el cielo en el cual permanecías hace apenas unos segundos. Y en ese momento saltas. Saltas tan fuerte, con tanta energía, con tanta rabia y esperanza, que hasta llegas a creer que lograrás volver a volar. Pero contemplas tu alrededor. Y él no está. Lo buscas; en todos los sitios en los que alguna vez te besó, y recuerdas todos los besos que quedaron escondidos, lo buscas en todos los sitios en los que él te llevó, y recuerdas lo mucho que te gustaba que te sorprendiera llevándote a rincones donde solo él conocía, pero aunque no quieras asimilarlo, aunque te niegues a abrir los ojos ante la realidad, debes saber que se ha ido. Que ya no lo vas a encontrar. Quizás llegue algún día en el que te lo cruces y te des cuenta de que ha cambiado; su pelo, su ropa, su forma de caminar, su risa...pero sobretodo su mirada. Ya nunca volverá a mirarte igual. Y entonces, al mirarle, te darás cuenta de que casi no puedes visualizar en tu memoria escenas del pasado a su lado. Porque todo se va. Porque el tiempo lo borra y lo cura todo. Solo necesitamos eso; tiempo.


PD: No dejes que me caiga, haz que vuele eternamente.

martes, 17 de abril de 2012

Abril

"Debes saber que sigo enfadada contigo. Sí, nunca pude pasar por alto el hecho de que me abandonaras con el corazón latiendo por tí. Te quedaste sordo ante mis palabras, y yo te gritaba, gritaba tu nombre en calles donde no había luz, me perdía en ciudades escasas de sonrisas, y sólo deseaba encontrarte. Debo admitir que conseguiste que odiara el mes de abril mucho más de lo que se puede llegar a odiar a alguien. Odio este mes más de lo que te odio a tí. El frío me abraza, y no lo haría si tu siguieras aquí abrazándome. Pero han pasado ya 365 días desde que todo empezó, y durante estos días he tenido que ir haciéndome fuerte, los días me han ido haciendo más valiente y aprendí a vivir sin tus sonrisas a las 8 de la mañana. Y me arrepiento de no haber memorizado momentos y escenas a tu lado, porque a día de hoy ya tengo casi todo olvidado. Solo permanece intacto en mi memoria ése último beso que me diste antes de desaparecer corriendo escaleras abajo, con promesas que se quedaron flotando en el aire esperando a ser cumplidas. Soy una chica echa de recuerdos, vivo de éso, del recordar. De recordar ésa despedida tan forzada y obligada por los que nos rodeaban, y si te soy sincera, nunca me han gustado las despedidas. Odio éso de tener que decir adiós a quién quisiera decirle hasta pronto. Y mientras lleno esto de palabras sin sentido, las lágrimas se me acumulan en la garganta y a la vez me sale una pequeña carcajada. Y río. Río al darme cuenta de que esos recuerdos que creía haber tirado lejos y haber olvidado, han vuelto hacia mí. Y se han vuelto a meter dentro de mí sin permiso. Y vuelvo a reír cuando me doy cuenta de que fuí yo quién rompió nuestra historia de amor, quién te susurró al oído que no habría segunda parte, quién a día de hoy aún te echa de menos. No sé, quizá todo este comportamiento de bipolaridad me pasa al darme cuenta de que he olvidado ésa 'yo' que era contigo, y no reconozco en lo que te has convertido. Pero supongo que ésa primavera nunca fué nuestra, que quizá todo lo que vivimos pasó a ser nada, solo fueron miles de besos torpes y palabras que salían de la voz de nuestros corazones. Y me sorprende la manera en que ahora nos cruzamos y no somos capaces de mirarnos a la cara, por miedo a que podamos leer el amor caducado que aún corre por nuestros ojos cada vez que nuestras miradas se cruzan. Y vuelvo a recordar. Recuerdo la primera noche en que intercanviamos unas cuantas palabras, quizá demasiado sinceras para ser la primera vez que hablábamos. Y esa noche me sentía capaz de todo; capaz de volar, de tocar y atrapar cualquier estrella, capaz de enamorarte. Enamorarte a tí, el chico de la sonrisa tímida y los ojos color chocolate negro. Y lo conseguí. Conseguí que mis dedos rozaran los tuyos cuando sabíamos bien poco el uno del otro, conseguí saber a que caramelo sabían tus labios y descubrí que estilo de película eras. Y eras un drama de arriba a abajo, siempre exagerando hasta lo más pequeño, siempre queriendo hacer de lo sencillo algo realmente inolvidable, convirtiendo los lunes en viernes, las tardes en noches y las lágrimas en sonrisas. Pero todo éso ya no está. El chico que yo conocí hace un año se lo han llevado las lluvias y los soplos de viento que han habido desde entonces. Y lo cierto es que ya no estás. Que empiezo a dudar de si algún día estuviste".

domingo, 1 de abril de 2012

Sonrisas olvidadas en un cajón sin llave

Te acuestas una noche y te pones a recordar. Recuerdas todas las lágrimas que fueron derramadas sobre ese mismo cojín, todas las noches en que te perdiste entre esas mismas sábanas, intentando esconder tu dolor. Y le recuerdas a él. Empiezas a contar todas las sonrisas que te debe; "noveinta y tres sonrisas por cada vez que me miró de reojo, sin saber que yo también le miraba. Treinta sonrisas por cada vez que habló de mí a mis espaldas. Diez sonrisas por todas esas veces que me gritó. Y por cada día que ya no está conmigo, 319 sonrisas." Y sigues recordando, recuerdas el por qué se fue. Y te das cuenta de que no se marchó por culpa de la distancia, tampoco necesitabais tiempo. Se fue por culpa de su orgullo, tú fuiste esclava de tus "te quieros" y él acabó siendo esclavo de sus silencios. Él llenó todo de vacíos, y siempre se iba diciendo "tranquila, algún día alguien llenará el enorme vacío que te dejo al irme y no volver jamás".



jueves, 22 de marzo de 2012

Las cosas a mi manera





Vamos a hacer un trato. Tú me llamarás cada vez que te sientas solo, y yo apagaré tú soledad. Podremos pasarnos horas besándonos pero siempre lo haremos a escondidas. Nos esconderemos del mundo, huiremos a algún sitio donde solo esté nuestra presencia y volaremos. Así es, volaremos como los pájaros. Y nos podremos convertir en peces si lo deseas, para olvidar-lo todo. Pero entonces no podremos recordar todo lo que vivimos, seremos como dos amantes que no se aman. No me mires con esta cara, no he dicho nada del otro mundo. Yo haré todo lo que me pidas, seré tuya en todos los aspectos y jamás te abandonaré. Pero a cambio, solo te pido dos cosas: que no me enamores, y que no te enamores.


Cállame como tú sabes



Tumbada en tu cama descubrí que no se puede parar el tiempo, pero que a tu lado parece que todo se detenga. Que cuando me besas, no desearía estar en otro lugar. Porque ningún lugar es mejor que el "entre tus brazos". Me dí cuenta que es una locura amar, pero yo te amo con locura. Y podría cerrar los ojos durante mucho tiempo y no tendría la necesidad de abrirlos para asegurarme que tú sigues aquí. Porque sé que estarás. Y que por muchos días que llueva, por muchas tormentas que caigan sobre nosotros, tú seguirás abrazándome y susurrándome al oído que todo va a salir bien.



miércoles, 14 de marzo de 2012

Una vida contigo-sin tí

Ahora te tengo aquí, conmigo, podría salir de casa si quisiera y escaparme a cualquier lugar contigo. Pero sin embargo, no puedo evitar pensar que pasaría si mañana despertara y no me dijeras tus típicos y especiales "buenos días". O si al escuchar nuestras canciones, llorara en vez de soltar sonrisas. Es que he llegado al punto de no poder imaginarme una vida sin tí. Y creeme cuando te digo que yo también te echo de menos cada noche cuando me pierdo entre las sábanas, y le suplico a la luna que te traiga a compartir la noche conmigo. Me da por soltar suspiros de esos que salen del corazón, y me duermo pensando en tí. Es increible cerrar los ojos y saber que desde otro lugar, seguramente tú también estás pensando en mí.



domingo, 11 de marzo de 2012

Hazme tuya

"Imagíname ahí, en frente tuyo, mientras te dedico una de mis sonrisas traviesas. Imagina que me acerco, despacio, para que tengas suficiente tiempo como para desearme, y que ese deseo llegue rápidamente a tu sonrisa. Y ahora, te acaricio el cuello. Pero no dejes de mirarme. Me acerco aún más, estamos tan cerca el uno del otro que ya puedo escuchar los latidos de tu corazón. Y me agarras de la cintura, como si intentaras hacerme entender que soy tuya. Y los dos sabemos que eso es cierto, que el mundo es enorme y hay infinitas personas, pero yo solo quiero estar entre tus brazos. Y no puedes dejar de sonreír al ver que voy acercándome cada vez más, y la distáncia entre los dos se vuelve en milímetros. Imaginate que me tienes ahí, tan cerca de tí que hasta podemos notar como nuestros labios se rozan. ¿Me besarías?"



domingo, 26 de febrero de 2012

Recuérdame

Le ví sentado en su sillón favorito con la vista puesta en la ventana. Observaba todos los coches que pasaban velozmente por esa calle llena de recuerdos para él. Sonreía cada vez que veía a niños pequeños correteando y jugando por la calle. Se iba tocando los pocos pelos blancos que le quedaban en la cabeza, y daba vueltas en el sillón sin saber en que postura quedarse. Encendió la televisión y puso uno de sus programas favoritos. Iba bebiendo su café con largos tragos, y de prontó me miró. Llevaba más de media hora sentada en una silla de ese comedor observándolo, y hasta ahora no se había dado cuenta de mi presencia. Tenía una mirada fría, y ya casi no podia percibir si sus ojos eran azules o grises. Me acerqué y le abrazé.
-Abuelo, te quiero.
-¿Quién eres?-Mi mejilla empezó a parecerse a una cascada de agua, me habían dicho que la enfermedad del alzheimer podría llegar muy lejos, que perdería la memoria de infinitas cosas, pero jamás creí que llegara a olvidarme. Le abrazé aún más fuerte y él me apretó fuertemente las manos como solía hacer siempre, y lo curioso fué que no me soltó.
-Podrás olvidar quién soy, pero por favor, no olvides nunca lo mucho que te quiero.


Dices que conoces el amor

Estar enamorado es tener el valor de salir una tarde de lluvia solo para pasar un rato a su lado, aguantando el frío entre sus brazos, ignorando lo que la lluvia pueda llegar a destrozar tu pelo. Es tener el valor de cruzar infinitos semáforos en rojo por él, arriesgarlo todo por un futuro a su lado. Es pasarse horas mirandos sus fotos y no poder evitar quedarte como un tonto mirando sus ojos. Enamorarse es no esperar a que pase todo el mundo y el tiempo para besarle, es parar el tiempo y besarle delante del mundo. El amor es mucho más que besos en un portal, o abrazos en un parque. No se mide en todo los mensajes de buenas noches que os llegueis a enviar, ni mucho menos en todas las tardes que llegueis a pasar juntos. Porque hay amores a distancia más fuertes que amores a corta distancia. Es saber perfectamente que tu corazón y tu sonrisa está en sus manos, y necesitarle a todas horas. Necesitar sus palabras por muy malas o cortas que sean, necesitar un simple abrazo suyo en la soledad de una noche sin luna. Enamorarse es no poner nunca en duda que le quieres.





miércoles, 22 de febrero de 2012

¿Será como yo?

Me pregunto si habrá otra en tu vida. Si después de tantísimos meses, te habrás vuelto a enamorar. Y si es así, me pregunto si también te pone la capucha de tus jerseis cada vez que te besa, o si a veces le da por hablar como una niña pequeña. Si llena cada gramo de tu cuerpo de felicidad, si te hace sonreír cada vez que la ves caminar a lo lejos hacia tí. Me pregunto si te cuida, si te pide que la abraces cada vez que el frío se apodera de vuestros cuerpos o si te obliga a que no le sueltes nunca de la mano cuando caminais por la calle. Si a veces cuando la ves me recuerdas, si juega con tu pelo sin saber que odias que te lo toquen. Me pregunto si sabrá que adoras vestir de azul, negro o blanco. Y que estuviste a punto de bajarme la luna solo para demostrarme que nada es imposible. Me pregunto si te hará feliz, si algún día llegaste a olvidarme. Si se vive bien escondiendo que me echas de menos. 



martes, 21 de febrero de 2012

Los pasos hacia la soledad

Salió de casa y bajo esa luna pequeña y plateada encendió el último cigarrillo que le quedaba. Empezó a caminar en dirección contraria a su casa. Se iba alejando de su hogar, de su gente, se iba alejando de él con cada paso que daba. Y la verdad es que le dolía. Tenía un dolor tan fuerte y le pesaba tanto que le impedía seguir caminando. Pero ella avanzaba, avanzaba con la carga de estar dejando atrás toda su vida, todos las veces que fué feliz y todas las noches en vela llorando. Dejaba atrás todo. Y la verdad es que no paró en toda la noche. Avanzaba esperando que algún momento llegara él y le pidiera que diera marcha atrás. Pero la realidad es que él nunca llegó.

Y le dejó escapar, como el cielo deja escapar al sol

Ella llegó a casa y tiró los libros en la mesa de ese comedor a oscuras. Tropezó con la tristeza y cayó encima del sofá. Con los ojos empapados de lágrimas amargas intentó buscar una almohada o cualquier cosa a la que aferrarse para intentar sentir un poco menos de dolor. Pero lo único que tenía cerca de ella era la soledad. Se acarició suavemente su pelo de un color pelirrojo, y abrió sus pequeños y almendrados ojos. Cogió el teléfono y marcó su número. Pero el miedo se apoderó de ella y rápidamente colgó. Recordó el error que había cometido esa misma mañana, recordó la primera vez que se cruzaron y él la miró de arriba a abajo dejando ir una tímida pero no forzada sonrisa.  Pero ella no podía soportar el futuro que le esperaba. No podía quedarse a ver como él la olvidaba con el tiempo, y ella se quedaba a ver como se enamoraba de otra. Otra que no era ella. Otra que quizá, jamás le abandonaría. 

lunes, 6 de febrero de 2012

Hasta siempre

Era una mañana como otra cualquiera, con el mismo calor de la mañana anterior y el mismo camino a su lado de cada mañana. Pero había algo que era distinto a los demás días. No me sonreía igual. Ni siquiera hacía un intento de besarme. Y cuando ya no pude más, le apreté fuertemente las manos y con suspiros entre medio, le susurré: 
-Tenemos que hablar- Cualquier persona se habría asustado al escuchar esa frase, pero él no, porque sabía muy bien lo que iba a pasar a continuación.
-Lo sé-Me dijo sin valor de mirarme a los ojos.
-Te quiero...
-¿Me quieres? ¿Era eso lo que querías decirme?-Me miró a los ojos y se le escapó una sonrisa.
-No, no era eso. Pero solo quería que supieras que te voy a querer siempre.
-¿Y que era lo que querías hablar?
-Todo ha cambiado. Has dejado de enamorarme, has apagado esa magia que compartíamos cada vez que nos mirábamos...¿Recuerdas esa sonrisa que te salía cada vez que me veías caminar a lo lejos hacia tí? Pues ya no está. Ya no sonríes cada vez que me ves. Tus besos estan vacíos de amor. Y mírame aquí, locamente enamorada de tí, deseando compartir todos los días que pueda de mi vida contigo. Pero no me dejas. Hay algo de tí que me impide seguir a tu lado. 
-Entiende que es mejor así.
-¿Y que pasará entonces? ¿Qué va a ser de nosotros?
-Quizás acabemos mal. Seguramente no hablaremos nunca más. Pero vén, pon tu mano en mi pecho...¿Lo sientes? Es mi corazón latiendo por tí. Y aunque a partir de ahora no estemos juntos, a pesar de que este maldito mundo nos haya querido así, separados, mi corazón va a seguir dando latidos por tí.
-No puedo comprenderlo. Lo intento, pero no puedo. Cada vez que noto tu corazón latir, siento un dolor insoportable. Es imposible vivir sin tí-Me besó y con un "te quiero" mal dicho que el aire se llevó al instante, se fué. Yo sé que me quería. Siempre lo he sabido. Pero... ¿y yo? ¿que se suponía que debía hacer ahora? No encontraba respuestas. Supongo que lo único que podía hacer era vivir. Pero, ¿a caso podía llamar vida a eso?

Durmiendo con tu ausencia

Cerré los ojos. Apreté mi cara contra la almohada y suspiré. No quería abrir los ojos, porque sabía que si los abría, empezaría la guerra de mi orgullo contra mis lágrimas. Pero entonces, sonó esa canción. Y recordé todos esos días en los que me la solías cantar cada vez que el sol se ponía. Y te volví a recordar. Apagué la luz para disimular mis lágrimas. No estaba sola, la soledad me acompañaba. Hacía tanto tiempo que no me dormía echándote de menos, que hasta me asusté.  Eso de desear volver a estar entre tus brazos ya estaba muy pasado. "No le echo de menos...no le echo de menos...no le echo de menos...no..." Y me dormí abrazada al engaño.



viernes, 3 de febrero de 2012

No fué mi culpa

"Tú puedes, puedes con él, esta vez será él quién caiga en tus brazos, tú no caerás..." Intentaba convencerme a mi misma de que él no sería capaz de robarme el corazón, que a pesar de estar a punto de pasar toda una tarde entre sus brazos, no caería en su trampa. Y todo iba perfecto, empezó a recorrer mi cuello con sus labios y yo me resistí a la tentación de besarle. Pero me miraba con esos ojos verdes que me clavaban espinas de amor en el corazón, y entonces empecé a temblar porque me di cuenta de que empezaba a perderme en ese laberinto de su mirada que me llevaba hasta su corazón. Y todo iba bastante bien, podía ponerle la excusa del frío a mis temblores, pero eso solo era una razón más para que él me abrazara más fuerte. Y cuando creía que ya había superado esas ganas de besarle, me sonrió. Y el mundo se paró, te aseguro que hasta el corazón se me paró de golpe. Solo escuchaba los latidos de su corazón y esa melodía que dejaban ir sus suspiros. Y le besé. De verdad que esa sonrisa fué la culpable de todo, estoy segura de que fué esa sonrisa tan tímida y a la vez juguetona la que me robó el corazón.

martes, 24 de enero de 2012

Alguien como tú

Cierro los ojos tan fuerte que hasta me duelen las pestañas. Aprieto fuerte los labios, hasta evitar completamente que pase un pequeño soplo de aire entre mis dientes. Me tapo los oídos, me quedo sorda ante el mundo. Solo intento hacer un poco de mágia, para hacer desaparecer esta realidad. Pero no puedo evitar sentir que soy un error en tu vida. No puedo evitar escribir tu nombre en cada hueco de mi piel. Y cuando menos me lo espero, mis labios se despegan para pronunciar en silencio tu nombre. Y acaricio la almohada recordando esos suspiros que dejaba ir cada vez que acariciabas mi pelo. Y voy buscando por ahí algún beso que se parezca al tuyo, o alguna mirada que me vuelva a hacer sentir esa mariposas que me recorrían el cuerpo de arriba a bajo.

domingo, 22 de enero de 2012

Una vida sin sentido

Quizás la vida trate de esto. De enamorarte y ser feliz si te corresponden y si no, aguantarte y tirar adelante. Nos hacemos fuertes con cada golpe que nos damos, y nos hacemos grandes por cada vez que nos pisan. Nos encaprichamos de cosas sin sentido, y cuando al fin lo tenemos, ya no lo queremos. Nos enamoramos del que menos nos corresponde, y nos olvidamos del que más nos quiere. Estamos acostumbrados a darle la espalda al presente pensando en el pasado, y dejamos pasar un mañana por culpa de seguir viviendo en el ayer. Pero al fin y al cabo, nacimos para eso, para crecer, ser feliz, sufrir, volver a ser feliz y volver a sufrir miles de veces más, hasta que cerramos los ojos para no volverlos a abrir jamás. Todo tiene un final, hasta nuestra vida. Y yo quiero que cuando llegue mi final, pueda cerrar los ojos sonriendo porque sabré que durante toda mi larga vida habré hecho todo eso que deseaba, y habré sido feliz al lado de quien amaba.

jueves, 12 de enero de 2012

El amor vuelve a llamar a la puerta

Mi vida no podía ir a peor. Pero entonces, apareciste tú. Con esas miradas que me clavan espinas de amor en el corazón. Con esa risa tonta que te sale cuando hablamos. Y cada vez que mi mirada se encuentra con tus ojos almendrados, olvido un poco más mi pasado. Y le olvido a él. Me olvido de todo lo demás. Porque siempre lo supe, hasta antes de conocerte, que tú y yo ibamos a encajar. Y aquí me ves, deseando que me desees de la misma manera que lo hago yo. Cruzando los dedos para que todo no se quede en una simple amistad, que pudo ir a más. Suspirando por ti. 

lunes, 9 de enero de 2012

Aprender a olvidar, olvidar a aprender



En días como hoy, lo que más necesito es a ti enseñándome a olvidar. Ojalá pudiera olvidar tan rápido como tú. Quiero olvidarlo todo. Olvidar que algún día me hiciste feliz, o esa sonrisa que se dibujaba en mi cara cada vez que oía a alguien pronunciar tu nombre. O la estúpideces que llegamos a hacer para demostrarnos mutuamente que nos queríamos. Quisiera olvidar todas las excusas que pusimos para pasar un rato juntos. Pero si en esta noche te soy sincera, debo admitir que ya hace muchas noches que el olvido se apodera de mi y cierro los ojos para recordar algún momento a tu lado, y solo consigo recordar ese último beso. Y me duele no poder recordar nuestra historia. Esa historia que para mi, fue perfecta a pesar de nuestros errores. Esa historia que tu consideras un error.