jueves, 19 de julio de 2012

Las no-sonrisas

Verle pasar y que tu orgullo pare a tu sonrisa y quedarte con ganas de sonreír. Que te hagan reír mientras estás cabreada y quedarte seria. Fingir que no eres feliz, esconder tu sonrisa porque no te gusta enseñarla al mundo, llorar cuando deberías salir a la calle y llenar cada esquina de sonrisas. ¿Donde van esas sonrisas que están a punto de salir y no salen? ¿Donde se esconden esas sonrisas que escondemos? Y las sonrisas que acaban convirtiéndose en lágrimas, ¿qué hacen con ellas? Supongo que se van corriendo hacia el escondite de las sonrisas perdidas, esperando a ser encontradas o más bien, rescatadas.
Y yo las encontré, me pesaban tanto que las tuve que rescatar de esa caja de pequeños recuerdos: el corazón.



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