En el juego del amor

-Te siento extraña, tal vez distante.
-Tengo mis motivos para querer alejarme de tí, me estoy haciendo daño y tu me harás mucho más daño. No puedo seguir hablando contigo como si hubieramos nacido para estar juntos, fingiendo que no hay nadie a nuestro alrededor. No podemos vivir en el cielo, me gusta tocar con los pies el suelo. Esto de fingir que todo va a salir bien me ha cansado. No saldrá nada bien, tu no me quieres a mí, la quieres a ella. Estais juntos y así debe ser, yo solo soy como la canción que escuchas cuando te has rayado de una, pero luego me vas a olvidar. Pasaré a ser esa canción que cuando la escuches intentarás recordar de que te suena, pero nunca sabras cuando la escuchaste ni el porque. Odio que me hagas tan feliz, pero se me hace eterno un minuto sin saber de tí. Me enamoras con palabras y yo espero hechos. Me repites una y otra vez que "no sabemos lo que pasará en un futuro", pero yo si que lo sé. Nos cansaremos de hacernos compañía cuando estemos solos, nos distanciaremos y hasta quizá discutiremos. Todo volverá a ser como antes de conocernos, con la diferencia de que nos echaremos de menos.
-Nunca te pedí que te enamoraras de mí. Fuiste tu quien decidiste seguirme el juego, no pusimos normas y empezamos a jugar sin pactar cual sería el premio. Espero que te alegre saber que empezaste como un simple juego, y ahora no puedo vivir sin tí.

Como el dolor que siento cuando te veo y no puedo ir y decirte que te quiero



Abre cuando hayas cerrado

La vida te abre otra puerta. Puedes entrar, arriesgarte y ver que se esconde dentro, o quedarte quieto preguntandote que habría pasado si hubieras entrado. Y yo soy de las que prefieren entrar, sin pensar en lo que podré perder. No me gusta cerrar puertas, o quizá simplemente aun no he aprendido a cerrarlas. Pero eso de abrir puertas al corazón se me da bastante bien.

Empiezo a querer a quien no debo querer...

Me rescataste

Tengo miedo de que juegues conmigo como hicieron todos los demás. Miedo a enamorarme, por si luego me dejas tirada. Lo bueno es que gracias a tí, voy logrando olvidarle. Pero para que tengo que olvidarle a él, si luego tendré que olvidarte a tí. Lo último que quiero es darme cuenta de que esto no ha sido más que un juego para pasar el rato. Ya fui juguete de demasiados chicos. Estás con otra, mucho más guapa que yo. Seguro que te hace reír, que no hay minuto que no pienses en ella. Pero no por eso dejaré de intentar conocerte(tengo mucho miedo de quererte)

Punto y final

Estoy harta de tener que escuchar todo eso de que lo que funcionó una vez, no va a funcionar por segunda vez. Harta de tener que aguantar que me digan que tu no eres de dejar y después volver, que no te va todo eso de volver a empezar, de dar segundas oportunidades y todas esas cosas. Odio tener que repetir una y otra vez que no me van a hacer cambiar de opinión. Si fueras capaz de mirarme a los ojos, entenderías que para mí, nada ha acabado. Pero también estoy harta de esperar que vuelvas, mientras tu seguramente vas comiendole la boca a otras. No quiero sentirme segundo plato de nadie y menos de tí. No quiero que suceda lo que creo que sucederá, eso de que cuando me veas con otro, volverás. No quiero que vuelvas cuando he logrado olvidarte, como hacen casi todos. Te quiero, pero ya no deseo que seas mío. Ya me he cansado de luchar por tu amor, de dejar ir suspiros con "te quiero" escondidos, que eso de ser "nosotros" lo olvidaste, y preferiste todo eso de ser "tu y yo a 5 metros de distáncia"

Quiero dejar de ser la caperucita que es engañada por esos lobos que solo saben mentir, y que luego me intentan comer.

La película de la vida

Ví demasiadas películas que me hicieron creer que los príncipes azules, también conocidos como hombres perfectos, existían. Que hay amores eternos que nunca pasan por las típicas crisis de "ahora no sé si te quiero, o debería alejarme". No negaré que es cierto eso de que cuando menos te lo esperas, aparece alguien que te cambia la vida. Porque de eso si que estoy convencida. Pero sé que no va a aparecer alguien de la misma manera que aparecen en las películas. Esa manera tan perfecta, tan irreal. En la vida real, donde vivimos, no siempre hay finales felices. La mayoría de gente, tarde o temprano acaba mal. A muchos nos cuesta encontrar la felicidad, varias veces la tenemos delante de nuestras narices y sin envargo, algo nos ciega a verla.

Vivir de nuevo

Es cierto, cuando me enamoré de él, creí que nadie le iba a sustituir jamás. Desde que se fue, he conocido muchísimos chicos. Algunos mejores que otros, pero ninguno mejor que él. Pero hace poco, conocí a alguien que debo admitir, por mucho que me duela, que creí que estaba por encima de él. Vuelvo a sentir ese cosquilleo en el estómago cuando leo su nombre, y me alegra saber que no es el mismo nombre que leí durante tantos meses, ese nombre ya ha quedado en el olvido. Vuelvo a sonreír cuando camino por la calle, y por las noches ya no me siento sola. Creo que vuelvo a ser feliz, me he vuelto a tumbar a tomar el sol y no me ha importado que no sea él quien quiera verme morena. Porque es pasado, un triste pasado. Quizá ya iba siendo hora de darme cuenta de que solo fué un error más, en mi colección de errores sin nombre.

Intento pasar página, volver a enamorarme pero no de tí, poder besar a alguien que no seas tú.

Pero tengo miedo. Miedo a olvidarte y que entonces, regreses.

Nadie te va a reemplazar, lo juro

Quizá no encontraré a alguien que me cante al oído esas canciones que tanto odiabas y sabías que me gustaban a mí. Nadie me esperará día tras día a las ocho de la mañana en la puerta de mi casa, y tampoco me dejará su sudadera negra un día de mucho frío. Seguramente, casi nadie se quedará conmigo una tarde bajo la lluvia solo para besarme y hacerme reír, y tampoco me cuidará cuando me encuentre mal. Es imposible encontrar a alguien con tus mismos ojos y el mismo pelo rubio que tanto te llegué a tocar. Nadie tendrá tu boca sabor a melocotón, ni tus grandes manos que en esos días nunca llegaron a soltar las mías. Segurísimo que nadie se reirá de las mías tonterías y estupideces que yo, ni hablará con los perros que hay por la calle como solíamos hacer nosotros. No me elevará al cielo con un beso, ni verá toda una serie de televisión solo por capricho mío. Nunca encontraré a alguien que se pase horas y horas escuchándome hablar sin cansarse de mis historias, ni de mi voz.
Quizá no desee encontrar a nadie como tú, ni tan solo que se parezca. Pero por mala suerte, hay chicos que harían algunas de estas cosas. Pero si de algo estoy segura, es que son a estos a los que no voy a querer. Voy a querer a quien me sorprenda igual que lo hiciste tu, pero de manera diferente.

Tu eres la imperfección que en mi cabeza convierto en perfección. Tu eres ese amor que por mucho tiempo que pase, nunca se apaga.

Y yo nunca les creí

Ya me dijeron que eso de dejar escapar oportunidades se me da demasiado bien.

Palabras sin sentido

Ya no sé que escribir, intento escribir sobre tí pero todo me suena ridículo.
Ya no sé que decir, si mi amor hacia tí se va apagando y tengo miedo, miedo a olvidarte.
Quiero quererte eternamente, como te prometí. (Siempre cumplo mis promesas, y esta la primera)

Con Él Soy Feliz, Pero Vivo Sin Él

¿DONDE SE HA ESCONDIDO ESE CHICO QUE COMPRA ROSAS EN VEZ DE CONDONES?

Mi fiel almohada

Mi almohada, a la que abracé esas noches de mayo que tanto te echaba de menos. La que más me vió llorar, la que aguantó que la tirara contra la pared y aun así no me abandonó. Esa que vivió conmigo todas mis épocas, desde la más feliz hasta la más desastrosa.
La que sabe muy bien que no hay noche que al acostarme no mire tus antiguos mensajes (esos en los que jurabas que jamás me olvidarías, donde decías que me querías, y asegurabas que me echabas de menos)

Igual y a la vez diferente

No lo intentes. No lo lograrás.
Nunca vas a lograr la manera de entenderme. Pero tampoco te pido que lo intentes.


No soy de las que en seguida confío, pero si de las que arriesgan antes de tiempo.

(No soy yo la de la foto)

No dejamos de jugar porque nos hayamos hecho viejos. Nos hacemos viejos porque hemos dejado de jugar. (George Bernard Shaw)

Volver e ir, ir y volver

-Te he echado de menos. No deberías alejarte nunca más, cada día sin tí lo tachaba en el calendario. Llegué a creer que llenaría todos los días con simples rallas que indicaban que tu no habías vuelto.
+No volveré a irme. Te lo prometo. No llores, ¿por qué lloras?
-Tengo miedo. Te fuiste sin decirme nada, y quizá te vuelves a ir sin que me dé cuenta, cuando menos me lo espere.
+Pero sabes que si me voy, volveré.
-No puedes ir y volver cuando te dé la gana. ¿Sabes? No puedo vivir esperándote, no puedo echarte de menos llorando en casa, viendo películas de amor drámaticas. No puedo dormirme cada noche deseando que al despertarme, estés tumbado a mi lado en la cama. Desapareces cuando quieres, me dejas tirada y yo sigo queriéndote como una tonta. Pero es simple: o te vas o te quedas. No me gusta vivir con este miedo, odio cerrar los ojos por miedo a que al abrirlos, te hayas ido.

I hate(love) you

Todas las malditas entradas de este blog hablan sobre tí.
No tendría que dedicar ni la mitad del tiempo que te dedico.
Debería dejar de pensarte las 24 horas del día, de soñarte cuando duermo y cuando estoy despierta.

(He vuelto a dedicarte otra entrada. Es inevitable dejar de pensarte. Es imposible dejar de quererte)

Desconocer el amor

Eres pequeña y te dicen que no sabes nada de la vida. ¿A caso los mayores cuando se casan saben lo que significa eso? A los 14 años te dicen que eres demasiado joven para el amor, te advierten como expertos que lo que desees hacer lo hagas ahora, que luego te vas a arrepentir de haber dejado muchas cosas para el mañana y se hayan quedado en el ayer. Pero tu sientes la necesidad de arriesgarte, arriesgarlo todo en algo que desconoces. No tienes ganas de saber, no tienes tiempo para perder. Al fin y al cabo, ni los más pequeños ni esos tan mayores saben lo que es el amor.

Tu quieres lo que no existe

Tu quieres un hombre que no se olvide nunca de enviarte un mensaje deseándote las buenas noches. Que cuando menos te lo esperes, venga y te susurre al oído que te quiere. Que puedas tardar horas en arreglarte y aun así, te espere. Que te vende los ojos y te lleve a tu lugar favorito. Quieres un hombre que cada mes de vuestro aniversario, te regale un ramo de tus flores favoritas. Que no le importe besarte delante de sus amigos, y te acepte tal cual eres. Quieres que el día que estés menos bonita, venga y te diga que estas preciosa. Deseas que al abrazarte, te diga que eres lo mejor en su vida. Y conozca todo sobre tí. Que sepa cual es tu color favorio, tu talla de ropa o de zapatos, la comida que te trae loca o la película que has visto más de diez veces. Que pueda elegir por tí y elija bien. Quieres un hombre que te acompañe a comprarte ropa, y sepa aconsejarte sobre lo que te queda mejor. Que te abrace cuando tengas miedo, y te haga reír cuando lloras. Que sepa leer la tristeza en tus ojos y no crea en tu sonrisa, y que te escuche por muy aburrido que le parezca eso que le estas contando.

Quieres un hombre perfecto, de esos que no hay y que te inventas en cuentos.

Realidad o imaginación

Odio sentir esas estúpidas mariposas en el estómago. Seamos realistas, ¿a quién le gusta sentir algo que solo se trata de imaginación?

Mierda de mariposas.

Mierda de amor.

N e c e s i t o   a b r a z a r t e .

Y que vuelvas a susurrarme al oído que me quieres.

Dos en uno

Muévete un paso hacia la izquierda. Un poco más adelante, a la derecha, un poquito hacia atrás. Muy bien, ahí, perfecto. Ahora estás delante mío. ¿No lo ves?, ¿no lo sientes? Tal para cual. Hemos nacido para estar juntos.

Sentir frío cuando hace calor,

y sentir calor cuando hace frío.

(Me lo enseñaste tú, a tí siempre te pasaba. Quizá somos los únicos extraños que nos pasa esto)

Necesito querer

Necesito mágia. Conocer a alguien que me vuelva a hacer sentir eso que en su día sentí. Levantarme por las mañanas sabiendo que seguramente, alguien estará pensando en mí. Ir caminando por la calle y saber que alguien me quiere. Volver a escribir que soy feliz, querer congelar momentos. Quiero volver a enamorarme de alguien que no me haga daño. Conocer a alguien que me quiera conocer, que le pueda sorprender. Que le guste mi manera de ver la vida, que esté orgulloso de mí, que se lea mis textos, que me envie mensajes diciendome que me echa de menos y que sepa que estoy mal con solo mirarme a los ojos. Alguien que conozca cada una de mis sonrisas, que me me sorprenda cada día, que me haga reír y entienda que soy rara y diferente a las demás, pero aun así me quiera.

Necesito alguien que borre mi oscuro pasado amoroso. Y le necesito ya.

Nada de amores de verano, que a mí no me van. Nada de comerme la boca y luego largarse.

Que más da, si cuando ríes acabas llorando, y cuando lloras acabas riendo.

Pídemelo

Ya va siendo hora de guardar nuestros recuerdos en un cajón que nunca más vuelva a abrir. De borrar todo eso que nos llegamos a decir. No te mentiré, te echo de menos. Pero no creo que me merezcas. He echo todo eso que ha estado en mis manos para que vuelvas, pero tu te has negado. Me has echo daño con todo eso que sabías que más dolor me hacía. Y yo he aguantado, he llorado, pero no me he rendido. He seguido queriendote cada día un poco más, y he tenido que ver como tu amor hacía mí se iba apagando. Pero necesito ser feliz, aunque no sea a tu lado. No le voy a temer al amor, porque de eso ya me he cansado.


Si me pides que vuelva, lo dejaré todo para estar a tu lado. Pero pídemelo.

El viaje del olvido

Quisiera salir a la calle, y coger cualquier coche. Alejarme de mi mundo, emprender un viaje del cual desconociera su destino. Pero no miraría atrás, no me gusta girarme y ver todo eso que pierdo, que quizá nunca más volverá a ser mío. Iría sin miedo, no importa si me pierdo. Solo me alejaría, y olvidaría mi vida.

Lo que quiero, lo que tengo y lo que no puedo tener

Mi cabeza da vueltas. No sé que hacer con mi vida. Puedo tener a más de un chico a mi lado, y sin envargo, me alejo. Me alejo del amor, para evitar enamorarme. Chicos increíbles que algún día me hicieron sentir mariposas en el estómago hoy luchan por mi amor, y yo me niego. Me niego a amarles. Porque en mi vida solo hay un nombre que sea la respuesta a todas mis preguntas. Solo hay unos ojos que deseo que me miren. Deseo estar entre los brazos de un solo chico, por mucho que él se aleje de mí. Me siento un monstruo, pero aun así lucho. Quiero lo que no puedo tener, y lo que tengo no lo quiero. ¿Alguien lo entiende? ¿Alguien me entiende? Porque no me entiendo ni yo misma. Me quejo de que la felicidad no viene hacía mí, cuando en realidad yo soy la culpable. Soy yo quien se va corriendo cuando la felicidad se acerca, porque me pienso que solo seré feliz a su lado. Y por mucho que me cueste y me duela decir esto, al fin he dejado de engañarme y me he dado cuenta de que "a su lado" ya no puede ser.

Preguntas con respuesta

¿Qué quiero ser?

¿Con quién quiero estar?

¿Qué quiero hacer?

¿Hasta donde quiero llegar?

Quiero ser feliz, ser yo misma sin que me importe lo que los demás digan a mis espaldas. Quiero estar con alguien que me respete, que me quiera y no me intente cambiar. Con quien me haga reír, quien no tenga miedo a conocerme y me haga feliz. Quiero hacer cosas prohibidas, todo eso que siempre deseé y nunca pude hacer. Quiero llegar muy lejos, quiero tocar el cielo con la punta de los dedos.

Puedo ser mucho más pesada

Soy una pesada. Soy una pesada por no olvidarte. Soy una pesada por hablar de tí, pero no tener el valor de hablarte a la cara. Soy una pasada por no intentar superarlo. Soy una pesada por quererte, por seguir esperandote. Tienes razón, soy una pesada. Pero si por cada cosa de estas soy pesada, entonces, tu eres un pesado por mirarme a todas horas. Por buscarme cuando no me encuentras entre mis amigas. Eres un pesado por preguntar por mí, por repetir una y otra vez que me has olvidado. Eres un pesado por prohibir a tus amigos que hablen conmigo. ¿Jugamos a ver quién es más pesado? Ridículo, eso es lo que haces. Das pena.

Dreams

Soñar. Sueño a todas horas. Sueño despierta, dormida y cuando menos debo soñar. Sueño cosas insoñables. Sueño que volverás, sueño que podré volar, sueño que soy perfecta y que todo me da igual. Sueño contigo, sueño con que los príncipes azules existen. Pero luego, abro los ojos y veo la realidad. La estúpida realidad en que nada es suficiente para mí. Y me siento perdida, he perdido el rumbo, no sé que camino coger, y tengo miedo. No sé si debería volver a soñar, o si debería dormirme y no despertar jamás.

Todos quieren un amor de película...Pero, ¿para qué?

Si solo duran 2 horas.

Un día de estos, me rindo

Entonces, dime, cuando me decías que no podrías vivir sin mí, ¿mentías? Creía que cuando lo nuestro acabara, te pasaría como a mí. Te pasarías días encerrado en casa sin querer salir, que nada te haría reír y llorarías hasta sentir que ya no hay más lágrimas dentro de tí. Que se te quitaría el hambre, no podrías dormir por las noches y al verme, correrías hasta mí para decirme que para tí, nada ha acabado. Pero sin embargo, solo son historias que me monté en la cabeza. Lo único que pasó es que te fuiste con otra, asegurando que me habías olvidado.

(Le voy a comer la boca a todos los que me deseen, y te vas a arrepentir de haberme dejado escapar. No me serviran tus disculpas, te meterás por el culo tus palabras y te irás sin mí. Y sí, estoy cabreada. Me desearás, me verás con otros y pensarás: joder, ese podría ser yo. Pero no te preocupes, tendrás asegurados tus amiguitos. No te criticaran, no te comeran el coco, y todos felices. Nos limitaremos a mirarnos, y a evitar decirnos que nos queremos)

Pues ahora me enfado, y no respiro.

Los días sin tí

Cuando te fuiste, me dijeron que con el tiempo lo superaría. Había caído y creía que nada ni nadie me levantaría. Pero los que me rodeaban me aseguraban que llegaría un momento en que ya no me dolería el no tenerte al lado. Pasaban los días y yo cada vez temía más al amor. Pero poco a poco, me dí cuenta de que ya dejaba de buscar tu mirada, mis brazos dejaron de tener esa necesidad de abrazarte y mi boca de besarte o simplemente de hablarte. Sin tí los días eran amargos, pero cada día era un poco más dulce. Ahora, al recordar lo que me hiciste y lo que me sigues haciendo, hace que desee que te mueras. Tengo ganas de llorar, de gritar y de tener el valor suficiente como para odiarte. Es demasiado el dolor que me causaste, todo lo que me hiciste perder y que ahora ya no podré recuperar, y por mucho que lo desee, no voy a llorar. No te mereces nada por mi parte, ni lágrimas, ni amor, ni sonrisas, ni tan solo odio. Han pasado ya casi dos meses desde que te fuiste, y creeme cuando te digo que sin tí estoy muy bien. Es cierto, a veces hay pequeñas cosas que me recuerdan a tí. Quizá todo me recuerda a tí, pero es hora de decir basta de recordar lo que llegamos a vivir y empezar de nuevo, pero sin tí.

(Mierda, te quiero)

Recuerdos en el aire

Compré muchos globos, no recuerdo el número exacto, creo que eran más de treinta. En cada globo, le puse un papelito donde había escrito todo eso que quería olvidar. Me faltaron globos. Una noche, salí a la calle y dejé ir volar uno por uno. Al día siguiente, al despertarme, me dí cuenta que en la puerta de mi casa estaban amontonados todos los globos. Habían vuelto en el punto exacto donde los dejé ir. Y entonces me dí cuenta de que para deshacerme de algo o simplemente olvidarlo, no basta con intentar alejarme de ello. También necesito una razón por el cual quiero olvidarlo.

Depender de tí

¡Qué cojones! Debería odiarte. Me tendría que dar igual si bebes o duermes, si follas o lloras. Si te vas de fiesta o te quedas en cada viciandote. Si hablas o callas, si preguntas por mí o simplemente te tragas las palabras. Es verdad, no puedes quedar mal delante de tus amiguitos. Pero tarde o temprano verás que ya no me tienes, le estaré comiendo la boca a otro sin recordar tu existencia y entonces, solo entonces, vendrás suplicándome que te perdone. Y soy estúpida, porque si me pides que vuelva, lo dejaré todo para estar contigo. (No importa si pasan días o años, si te quiero mucho o poco. Porque te voy a seguir queriendo aunque cada uno esté en una punta del mundo)

Como otra cualquiera

No soy tan diferente a las demás. Yo también luché para que un amor fuera correspondido. Me fuí a dormir cabreada con mi madre, y me desperté con ganas de hacerme la maleta y huir sola a algún lugar donde nadie me encuentre. También tuve esos ataques de comer chocolate sin parar, y cuando estoy mal me pongo música triste para destrozarme más. Yo también lloré por un amor que se fué, sigo creyendo en los cuentos de hadas y en los hombres perfectos. Me gusta lo difícil y lo fácil casi nunca me llama la atención. Yo también sigo esperando que él vuelva, aun sabiendo que se fué para siempre.