lunes, 25 de junio de 2012

(in)completo

Ella se sentía vacía, aún sabiendo que lo tenía todo. Un chico al que besar cuando le apeteciera y con el que poder pasar días enteros y quedarse con ganas de más. Gente a su alrededor al que podía llamar amigos, y una familia que la cuidaba y la quería. Pero su sonrisa escondía lágrimas que solo dejaba que se derramasen por su mejilla formando un pequeño río por la noche. Noches en que se sentía sola y solo le quedaba la compañía de la luna y un par de cojines al que abrazar cuando sentía nostalgia de él. De vuelta a la rutina de cerrar la luz y con los ojos medio abiertos, ponerse a escuchar esas canciones que la hundían más en sus pequeñas chorradas. Solo deseaba que noches como esta, él estuviera con ella. Y la abrazara. Y la besara. Y la amara. Pero sobretodo, poder dormirse entre los brazos de él, mientras escuchaban un par de esas miles de canciones que compartían. Pero esa noche él no estaba, y ella le necesitaba. Pero la tenía a ella; su carcajada en cada risa y su lágrima en cada lloro. La persona que le había sido más fiel. Por la que seguía sonriendo en noches como esta. La pequeña alegría que llenaba su vida de color.


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