martes, 24 de enero de 2012

Alguien como tú

Cierro los ojos tan fuerte que hasta me duelen las pestañas. Aprieto fuerte los labios, hasta evitar completamente que pase un pequeño soplo de aire entre mis dientes. Me tapo los oídos, me quedo sorda ante el mundo. Solo intento hacer un poco de mágia, para hacer desaparecer esta realidad. Pero no puedo evitar sentir que soy un error en tu vida. No puedo evitar escribir tu nombre en cada hueco de mi piel. Y cuando menos me lo espero, mis labios se despegan para pronunciar en silencio tu nombre. Y acaricio la almohada recordando esos suspiros que dejaba ir cada vez que acariciabas mi pelo. Y voy buscando por ahí algún beso que se parezca al tuyo, o alguna mirada que me vuelva a hacer sentir esa mariposas que me recorrían el cuerpo de arriba a bajo.

domingo, 22 de enero de 2012

Una vida sin sentido

Quizás la vida trate de esto. De enamorarte y ser feliz si te corresponden y si no, aguantarte y tirar adelante. Nos hacemos fuertes con cada golpe que nos damos, y nos hacemos grandes por cada vez que nos pisan. Nos encaprichamos de cosas sin sentido, y cuando al fin lo tenemos, ya no lo queremos. Nos enamoramos del que menos nos corresponde, y nos olvidamos del que más nos quiere. Estamos acostumbrados a darle la espalda al presente pensando en el pasado, y dejamos pasar un mañana por culpa de seguir viviendo en el ayer. Pero al fin y al cabo, nacimos para eso, para crecer, ser feliz, sufrir, volver a ser feliz y volver a sufrir miles de veces más, hasta que cerramos los ojos para no volverlos a abrir jamás. Todo tiene un final, hasta nuestra vida. Y yo quiero que cuando llegue mi final, pueda cerrar los ojos sonriendo porque sabré que durante toda mi larga vida habré hecho todo eso que deseaba, y habré sido feliz al lado de quien amaba.

jueves, 12 de enero de 2012

El amor vuelve a llamar a la puerta

Mi vida no podía ir a peor. Pero entonces, apareciste tú. Con esas miradas que me clavan espinas de amor en el corazón. Con esa risa tonta que te sale cuando hablamos. Y cada vez que mi mirada se encuentra con tus ojos almendrados, olvido un poco más mi pasado. Y le olvido a él. Me olvido de todo lo demás. Porque siempre lo supe, hasta antes de conocerte, que tú y yo ibamos a encajar. Y aquí me ves, deseando que me desees de la misma manera que lo hago yo. Cruzando los dedos para que todo no se quede en una simple amistad, que pudo ir a más. Suspirando por ti. 

lunes, 9 de enero de 2012

Aprender a olvidar, olvidar a aprender



En días como hoy, lo que más necesito es a ti enseñándome a olvidar. Ojalá pudiera olvidar tan rápido como tú. Quiero olvidarlo todo. Olvidar que algún día me hiciste feliz, o esa sonrisa que se dibujaba en mi cara cada vez que oía a alguien pronunciar tu nombre. O la estúpideces que llegamos a hacer para demostrarnos mutuamente que nos queríamos. Quisiera olvidar todas las excusas que pusimos para pasar un rato juntos. Pero si en esta noche te soy sincera, debo admitir que ya hace muchas noches que el olvido se apodera de mi y cierro los ojos para recordar algún momento a tu lado, y solo consigo recordar ese último beso. Y me duele no poder recordar nuestra historia. Esa historia que para mi, fue perfecta a pesar de nuestros errores. Esa historia que tu consideras un error.