jueves, 22 de agosto de 2013

365 días

Abrí los ojos. Tres parpadeos seguidos, una mueca y un suspiro fueron suficientes para afrontar el nuevo día que me esperaba. Me levanté de la cama, de ésa miserable cama que tantos secretos y sueños me guardaba, de ésa cama que siempre acababa haciéndome llorar(en noches donde parece que el mundo gire más lento de lo normal, o quizás más rápido. En noches donde ni la luna tiene sentido). Me lavé la cara y lo vi: la imagen de una chica cansada, desgastada, horrorizada...la imagen de una chica abandonada. Me dirigí hacia la cocina y comí un trozo de tarta. Me preparé un café y le añadí unas gotas de whisky ("no hay mal que por bien no venga", pensé). Abrí el armario. 13 vestidos. 42 camisetas, 21 pantalones, 8 faldas, y 52 pares de zapatos. Sí, 52. Siempre he pensado que los zapatos són la parte más importante del vestuario. "No hay nada más fuerte que los pasos que das, y no hay nada más duradero que las huellas que dejas". Escogí un vestido rojo, uno por encima de las rodillas que me dejaba la espalda al descubierto. Me puse unas botas camperas, me alisé el pelo y me pinté los labios de rojo pasión. Quería estar guapa para él. Quería estar más guapa que nunca. Cogí el bolso, las llaves de casa, y salí. El sol brillaba tímido, escondido detrás de alguna nube. Mis manos temblaban y apenas podía dar más de 6 pasos seguidos sin haber de parar. Las calles parecían distintas. Los niños jugaban felices alrededor de los coches. 3 ancianos descansaban en un banco, supongo que era su rutina de cada día. Me sentía perdida; los árboles, las casas, los bancos...todo parecía que lo hubieran cambiado de lugar. Pero era yo la que había cambiado. Cada vez me sentía más nerviosa e impotente, mis pasos no sonaban firmes, cada dos minutos un escalofrío recorría todo mi cuerpo. Hacía exactamente un año que no lo veía. 365 días sin salir de casa, 365 días sin él. Y ahí estaba yo, vestida de su color favorito y caminando hacia él. Cuando estuve delante de ésa puerta gigante, dudé un poco. No sabía si estaba preparada. Pero al final entré, porque no me había arreglado para volver a casa antes de llegar. Caminé durante exactamente 53 segundos y lo vi. Le habían traído flores, muchas flores. Su lápida ya no era tan blanca como el primer día. Me dejé caer de rodillas en el suelo, cerré los ojos y al volverlos a abrir, miles de lágrimas dibujaban carreteras en mis mejillas. Su olor ya no estaba. Su risa ya no sonaba. Y entonces, recordé: era primavera. Las flores de mi jardín empezaban a salir, los abrigos ya no eran necesarios... Estaba sentada en el sofá, cuando me llamó:
-Escapémonos.
-¡Estás loco!-Le dije.
-Tengo una idea increíble, tu solo has de decirme que aceptas y subirte en el coche. Dime que aceptas. Dime que sí.
-¿Por qué será que tus ideas me dan tanto miedo?-Le contesté, mientras me levantaba para empezar a arreglarme.
-Por favor, solo dime que aceptas y te paso a buscar de aquí 10 minutos.
-Está bien, ¡acepto!
-¿Sabes por qué me enamoré de tí? Porque siempre dices que sí a todas mis locuras. 10 minutos. Solo 10.-Y me colgó.
Lo siguiente que recuerdo es un techo y unas paredes blancas. Y muchos pitidos. Máquinas sonando, y una olor a flores. Desperté en la cama del hospital, y a pesar de tener tantos huesos rotos, nada me dolió tanto como la conversación que mantuve con la enfermera que entró en mi habitación instantes después de que me despertara:
-¿Donde está él?-Le pregunté.
-Es la primera vez que alguien despierta de un accidente y me pregunta antes por su acompañante que por él mismo-Creo que notó que no tenía fuerzas suficientes para contestarle, así que siguió.-Tuvisteis un accidente, un camión se cruzó con vosotros y volcó el coche. Has tenido mucha suerte, en 3 semanas podrás salir de aquí y volver a casa. Lo malo es que tendrás que volver sola. Él no ha tenido tanta suerte, y cuando llegó la ambulancia su corazón ya había dejado de latir. Lo siento.
Se me cayó el mundo encima. Literalmente. Fue en ése preciso instante cuando decidí que no quería seguir viviendo. Que mi vida nunca más volvería a tener sentido. Durante este año, no ha habido ni un solo día que no haya deseado morir en ése accidente. Morir con él. Salí del hospital pasadas 3 semanas,tal y como me dijo ésa enfermera. Cuando llegué a casa, encontré una carta. Olía a él. Su madre me la había traído, la había encontrado en un cajón de su mesita de noche. En el sobre, ponía: "Para ella. Por si algún día me pasa algo". Y ése día había llegado. Cerré los ojos, y me dirigí hacia mi cama. Deseaba saborear y disfrutar al máximo mi último rato a solas con él. Abrí el sobre, y empecé a leer:
"Si estás leyendo esto es porque ha llegado el día en que ya no estoy. Pero no temas. No llores. En el cielo me han dado un trabajo, el trabajo de ser tu ángel de la guarda. No podría ser feliz en el paraíso del cielo sin escuchar tu risa al menos una vez al día. ¿Sabes que aquí arriba me dan de comer todo lo que quiera? ¡Y no tengo a pesadas como tú diciéndome que me voy a engordar! Y tienen todos los videojuegos del mundo, hasta tienen algunos que ahí abajo aun no están. Hay mucha gente mayor, y muchos famosos... ¡Cuando subas ya te los presentaré! Sí, sé que estás riendo. Esta risa es la que yo decía. Cuando te sale un hoyuelo en cada mejilla. Ésa risa que me vuelve loco. No quiero que llores, porque si estoy aquí es porque el destino nos tenía preparado esto, y tu siempre dices que el destino es muy listo. Además, ¡aquí arriba soy muy feliz! ¿Sabes que la famosa leyenda de que las nubes se comen es verdad? Són como las nubes de azúcar...¿Y sabes que me han dicho que por las noches me conceden el placer de poder hacerte cosquillas en los pies? Así te veré reír mientras duermes, como cuando te quedabas dormida encima de mi pecho y yo me pasaba la noche observándote. Que suerte tengo. ¡Ahora puedo observarte las 24 horas del día! No necesito dormir. Podré observarte mientras comes, mientras te duchas, y podré oler tus famosas tartas de manzana. ¿Me guardarás un trocito, verdad? Qué te conozco y sé que te las acabas comiendo todas tú... Sé que encontrarás a otro hombre, que te acabará llenando más que yo. Te obligo a que siempre salgas guapísima a la calle, pero no te enamores de cualquiera, que luego te acaban haciendo daño. Dile que te cuide. Deja que te aconseje. No te enfades por todo, ten paciencia. Respira y piensa 3 veces antes de decir algo. No seas egoísta. Deja que te conozca tal y como eres, con tus males despertares, con tus manías y con tus tonterías. Pero solo te pido una cosa: no dejes que te cambie. No podría aceptar que cambiaras. Eres perfecta, y cualquier hombre debería verlo. Por favor, venme a ver algún día. Ponte ése vestido rojo que tanto me gusta. Por favor, júrame que serás feliz. Y si algún día lloras, tócate la nariz, que siempre funciona.
Te quiero, y es un placer morir enamorado de tí. No desearía haber muerto de otra forma. Te espero, pero tarda en subir, porque quiero seguir oliendo tus tartas durante muchísimos años más."



domingo, 18 de agosto de 2013

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Te escribo esta carta sin saber como empezarla, sin saber como expresar todas las cosas que deseo decirte, sin saber qué palabras utilizar para decir de manera correcta lo mucho que te odio. Te escribo, porque creo qué así conseguiré que dejes de meterte en mi cabeza, de dejarme noches en vela pensando en tí. Te escribo porque te la llevaste hace unos días, y porque te llevas muchas personas buenas cada día. Te escribo para felicitarte, campeón, ¡todo el mundo te teme! ¿Era esto lo que querías? Pues aquí lo tienes, temen pronunciarte, temen que te acerques, temen que los cojas de la mano y no los sueltes. Pero yo ya no te temo. Conozco tus puntos más débiles, conozco lo mucho que te jode verles reír mientras tu intentas llevártelos. ¡Joder! Conozco tu manera de hacerles gritar y llorar, tu manera de castigarles sin poder levantarse de la cama, de asustarles.
Pero a mí ya no me asustas. De verdad que no. ¿Te la has llevado? Lo sé y lo asumo. ¿Te llevarás a más como ella? También lo sé. Pero algún día, te darás cuenta de lo solo que estás y de lo débil que eres frente a tanta gente que te odia y lucha para ganarte día tras día, y te ganaremos. 
No te lo llevarás, porque tu lo tienes cogido pero yo lo tengo conmigo, porque los dos somos más fuertes que tu, porque eres un bicho, eres el bicho, y yo a los bichos primero los piso y luego los barro. 


domingo, 9 de junio de 2013

Ahogada

Me siento confusa. Me siento atrapada. Me siento perdida, como si alrededor mío tuviera miles de caminos que elegir y no supiera donde me llevaría cada uno. Como si a la vez, no tuviera ningún camino. Siento que me falta la respiración, que mi corazón da giros de 360º grados en cuestión de segundos. Desearía salir corriendo, dejar atrás todo lo que me rodea y congelar el tiempo y quemar la inquietudes y inseguridades que me ahogan. Desearía cerrar los ojos y que al abrirlos, estuviera tumbada en un prado de flores una mañana de primavera, de esas mañanas en que cuando te despiertas y ves que el sol brilla con intensidad te dan ganas de ponerte ese vestido de flores que tenías guardado en el armario, esas mañanas en que te comerías el mundo...Desearía tener un día conmigo y el prado, donde poder pensar y reflexionar sobre mis actos y mis errores. Donde pudiera tomar una decisión sobre mi vida. "Eres demasiado joven para estas cosas"...Esta frase se me clava en la cabeza y soy incapaz de sacármela  Siempre he querido hacer las cosas demasiado rápido y ahora me arrepiento. Cuanto daría por volver atrás, por no cometer todos los errores que he cometido por culpa de esta relación y por no abandonar a todas las personas que abandoné. Cuanto desearía haber echo las cosas de otra manera, haber sido más prudente y más inteligente.
Hay noches en las que pienso qué sería de mi vida si tu te fueras. Entonces me doy cuenta de que mi vida sería una auténtica tragedia...¡o peor que eso! ¡Sería una auténtica mierda! Pero después lo pienso mejor, y en realidad no sé que sería de mi vida si tu algún día me faltaras. Quizás las cosas mejorarían con el tiempo, quizás necesito estar sola para encontrarme a mí misma. Quizás estoy esperando a que acabe tu paciencia conmigo porque mi paciencia acabó hace mucho tiempo, quizás te hago llorar porque siempre me han tratado mal y aunque suene mal, adoro ver que se preocupan por mí. Seguramente soy mala persona, y sé que no me merezco todo lo que me das cada día, pero no sé como valorarlo. Estoy cansada. Tengo ganas de llorar, de verdad que si pudiera me dejaría caer en el suelo y me quedaría dormida durante días. Me siento fría, como si la sangre hubiera dejado de correr por mis venas. Me siento vacía, aunque me regales la vida cada día. Me siento estúpida. Y me siento totalmente perdida. Necesito ayuda para ordenar las piezas del rompecabezas de mi vida. Estoy rota en pedacitos, esperando a que me arreglen o a que barran. 
  • "Ella tenía el mundo a sus pies mientras que él no tenía dónde caerse muerto." 



  • (o viceversa)

sábado, 20 de abril de 2013

night night night...

Estoy ansiosa. Necesito alcohol. Necesito fiesta. Necesito música. Necesito una noche fuera. Necesito sentirme un poco libre. Necesito bailar. Necesito sentirme bien conmigo misma. Necesito rodearme de gente. Necesito gritar. Y cantar. Y volver a bailar. Y sobretodo, estar con ellas. Necesito una noche para mí. Una pequeña parte de una noche. Necesito desagobiarme. Necesito estar feliz. SER FELIZ. Necesito que esta noche llegue ya...

Pequeña y corta, pero mágica. O eso espero.

Las necesito.

lunes, 15 de abril de 2013

Dime a quién amas y te diré por quién mueres

Nos exigen como hemos de vivir. "No hables con la boca llena, no señales, no llores, no mientas, sé ordenado, estudia, no insultes, no vistas así, come sano..." ¿Quién puso todas las malditas reglas en nuestras vidas? Aún no hemos nacido y ya nos han planificado nuestra vida; que nombre tendremos, donde viviremos, cual será nuestra familia...Es ridículo. De verdad. Todos deberíamos ser los dueños de nuestras propias vidas. Nacemos para vivir y después, nadie nos deja vivir la vida como queremos. ¡Ojalá todos fuéramos libres de pensar, decir y hacer lo que quisiéramos! Pero las cosas no son así. Nadie acaba siendo del todo libre a pesar del poder que ejerza delante de este mundo. Vivimos en un mundo donde abulta más la tristeza que la felicidad, donde hay más gente sufriendo que viviendo como es debido. ¡Que injustos acabamos siendo todos! Si me pudieran conceder un deseo, desearía eliminar de nuestras vidas todos los sentimientos negativos. ¡Que solo hubiera amor y felicidad! Que la vida fuera lo que realmente es; vida. 
La Real Academia Española describe vida como "Propiedad de los seres orgánicos por la cual crecen, se reproducen y responden a estímulos", y también como "Periodo de tiempo que va desde el momento de nacer hasta el momento de morir". ¿De verdad vida es solo esto? ¿Un periodo? ¿Una propiedad? Pienso que solo aquellos que han estado en los brazos de la muerte, pueden describir realmente lo que es vivir. 
Y mientras, yo viviré a mi manera. Porque para mí, la vida es mucho más que un periodo.


viernes, 12 de abril de 2013

Lo siento, y sentir siempre es bueno

Que curioso es el amor. De verdad. Sé que me repito mucho, pero es que hay cosas que nunca llegaré a entender. ¿Como puede ser que un día, así de repente, quiera enviarlo todo por la borda? Un día me despierto y pienso que ya no quiero seguir con lo nuestro; los besos inesperados, las conversaciones a todas horas, los "te quiero" que nunca faltan, los abrazos de  más de un minuto, nuestro amor... Me despierto furiosa con el mundo, con ganas de romper algo, y lo que rompo es nuestra relación. Que curioso, de verdad. La persona que más quiero es la que siempre se lleva mis enfados. Pero después me paro a pensar todo lo sucedido. Lo pienso, lo pienso mil veces y aun así lo sigo pensando. Piensa lo tonta y estúpida que he sido al dejarle escapar. ¡Si es que hasta los que pensaban que la tierra era cuadrada parecían más listos que yo! Tengo la facilidad de echar a perder todo lo que me importa, de no valorar y cuidar lo que de alguna manera, me da vida... Y lo siento, pienso que todos los errores que cometo me hacen crecer y madurar un poco más. Pero cuando siento que le pierdo, de alguna manera, es como si de repente...le necesitara. Y todo se vuelve oscuro y borroso, todo se complica porque, ¡qué cojones! Le quiero. Le quiero todos los minutos de mi vida, es algo inevitable, aun no tenemos el truco perfecto para controlar el amor, somos esclavos de nuestros sentimientos, ellos nos ordenan y nosotros obedecemos...los sentimientos nos tienen encarcelados en una pequeña caja llamada "miedo".
Puedo asegurar que si algo me enseñó la vida es que no necesito tener a mil personas a mi lado, que me basta con tener solo a una y que esa persona me quiera. De verdad, puedo jurar y asegurar que no necesito más.
Ya no sé ni lo que escribo. Estoy cansada, tengo sueño y de alguna manera, llevo mucho tiempo haciendo formulas para resolver el problema llamado "amor" y no encuentro soluciones. Pero creo que todos, alguna vez, deberíamos preguntarnos seriosamente tres preguntas:
¿Qué es la vida?
¿Qué es amar?
¿Qué es el amor?
Pido sinceramente que cuando alguien encuentre respuestas exactas y correctas, me lo haga saber. Porque a mí se me hace imposible describir estas tres cosas.

"Algún día..."


miércoles, 10 de abril de 2013

Dreams, dreams, dreamy...

Todo el mundo sueña, ¡y yo la primera! Pienso que todos nos alimentamos de sueños, los necesitamos casi tanto como el oxígeno que respiramos. ¡Qué sería de nuestra vida sin una meta? La felicidad más grande que se puede sentir es esa que sentimos cuando cumplimos un sueño... Y yo hace tiempo que deseo cumplir algunos. Deseo poder pasar todos los días de mi vida en un hospital cuidando de pacientes, deseo escribir más de lo que escribo, deseo cambiar mi estilo de vida, deseo volver a ser la de antes, y deseo escaparme cuando me apetezca a París... Hay cosas que siempre llevamos encima aunque no lo sepamos, cosas que sentimos. Yo siempre llevo encima mi amor por París y mi pasión por los hospitales, y esto me empuja a levantarme cada mañana. De alguna manera, adoro las noches... Adoro meterme bajo las sábanas de mi cama y leer, para después cerrar los ojos y sumergirme en esas cosas que solo pasan en mi mente. 

Los sueños están para cumplirlos, y ya va siendo hora de que cumpla alguno. Y ahora, voy a meterme bajo las sábanas, bajo mi mundo paralelo al que vivo cada día, y voy a soñar...


lunes, 14 de enero de 2013

18

Retiro la silla, me siento y pienso. Pienso en tí. Pienso en nosotras. Lo confieso... a veces siento una gran impotencia al recordar lo que fuimos y hemos dejado de ser. Al darme cuenta de que se perdieron muchísimas cosas; nuestras tardes de verano paseando y sufriendo por amor, nuestras tardes en nuestro lugar llorando, nuestras estúpidas promesas que nunca cumpliremos, nuestros sueños, los "si tú me faltas me falta todo", mis "buenas noches pequeña" que tanto adoraba decirte, nuestras meriendas, la chuchería rosa que nunca me olvidaba de comprarte, nuestras escapadas cuando nos sentíamos solas, las canciones que nos dedicábamos, las tímidas sonrisas del principio, lo que nos unió y también nos separó, el odio que se convirtió en amistad y luego en ignorancia, las películas que veíamos en mi sofá, las fotografías que quedaron para nosotras, las frases perfectas para los momentos perfectos que solo nosotras podíamos decirnos, el "te necesito" cada noche de nostalgia, los "no te rindas" que tantas veces nos repetimos, la perfecta armonía de tu risa sonando a la vez que la mía, los abrazos de mí para tí y de tí para mí, tus manos sujetando las mías, las lágrimas que te llegué a secar con la manga de mi camiseta, las noches en que la vida era un poco menos puta porque tú estabas a mi lado, lo mucho que nos conocíamos...pero ahora eres una completa extraña para mí, te miro y hasta tu mirada ya no es la misma, no me siento culpable porque siempre intenté crecer como persona contigo pero decidiste crecer de manera distinta, no reconozco tus palabras, ni tus gestos ni tan solo tu forma de caminar. No te conozco. 
Pero ahora solo te pido una cosa: ponte a recordar momentos en que hayas reído hasta que te dolieran las tripas, ocasiones en los que te ahogabas en tu propio dolor, las decisiones más difíciles que has habido de tomar...¿no era yo la que compartía todo contigo? ¿no era a mí a quién hablabas cada noche cuando tenías miedo? ¿no era yo la que te guiaba y te cuidaba? Todo se ha desvanecido, pasamos de ser inseparables a ser como desconocidas...y tú no tienes la culpa. 
Solo deseo y espero que seas feliz, que no confundas amor con sexo y tampoco depender de un chico porque lo amas con depender de un chico porque te da sexo, y que no te equivoques con quien decides que esté a tu lado y sobretodo...que no dejes que jueguen contigo, que sabes que lo odio. No seas tonta. Haz el amor y no el sexo, llévatelo a lugares mágicos, vive cosas con él, y si ves que la cosa no acaba de funcionar...no tengas miedo de avanzar sin él, tú mejor que nadie sabes que olvidar a alguien es posible y si él no te hace feliz habrán chicos fuera que te amaran como te mereces, ya sabes que pienso que no es él con el que pasaras el resto de tu vida y que aun no ha llegado el indicado...pero ya sabes lo que dicen, "mientras llega el indicado disfruta con el equivocado". No desesperes, no sufras, no te compliques la vida, sé feliz porque es fácil, y sobretodo y ante todo, sé tu misma. No intentes parecerte a nadie, no intentes ser como ella y no la envidies; ella no es mejor que tú. No permitas que nadie te haga daño. No permitas que el miedo a no ser suficiente te haga cambiar. Recuerda a todas las personas que "enamoraste" siendo como eras. Y recuerda también que él se enamoró de tí mucho antes de que cambiaras. 
Te esperaré. Mientras...solo vive y recuerda que nadie merece tus lágrimas. De verdad, no cometas ningún error del que te puedas arrepentir.




Te quiere, 
tu Andy


"Piglet se acercó a Pooh.
-Pooh- susurró.
-Sí Piglet?- dijo Pooh.
-Nada- dijo Piglet mientras le cogia la pata a Pooh. -Simplemente quería saber que estabas aquí-. "



" Al final siempre es el mismo cuento, al final siempre el final. "











domingo, 16 de diciembre de 2012

Birds

A veces me preguntan qué es lo que se siente al ser amado. Pero nunca sé que contestarles. ¿Alegría? ¿Felicidad? ¿Satisfacción? No lo sé. Realmente es curioso, llevo casi un año sintiéndome amada y aún no sé como explicar esta sensación. Sé que cada noche, cuando me acuesto y cierro los ojos, no siento miedo. ¿Sabéis ese miedo al mañana? Miedo al futuro, a lo que pasará y no podrás evitar, miedo a las caídas, a tomar nuevas decisiones y equivocarte, miedo a tropezar y que nadie esté ahí para levantarte al momento, miedo a la soledad, a las enfermedades, a la tristeza, a arriesgar y perderlo todo...miedo en general. Yo no siento miedo. No me importa caer porque sé que si él no puede levantarme, se estirará a mi lado y me abrazará. Tampoco me importa enfermar porque sé que él me cuidará, y no tengo miedo a tomar decisiones porque sé que decida lo que decida, él seguirá en mi vida. Y sobretodo, no le temo a la soledad. Porque él está conmigo. Porque lo está las 24 horas de todos los días del año. 
¿Sabéis cuál es otra de las cosas que más me gusta de sentirme amada y de amar? Que lo sé todo sobre él. Sé que le gustan las fresas con chocolate, que sus patatas favoritas son las Bocabits, que prefiere fanta de naranja antes que coca-cola, que no le gustan ni la mitad de programas que me gustan a mí pero aún así siempre los acaba mirando, que los viernes acostumbra a desayunar bocadillo de escalopa, que són 12 las veces que ha pasado por el quirófano y podría señalar todas sus cicatrices hasta con los ojos cerrados. Sé que adora ver cuando salen los coches de F1 y que siempre grita "¡que salen, que salen!" y que cuando tiene un mal día se escapa a "su lugar". Sé que no soporta las series de hospitales y que le sienta mal ver sangre y operaciones. Sé que le cuesta llorar cuando no es a mi lado, que le gustaría que me comprara unos tacones rojos y que su color favorito es el azul. Tambien sé que adora que lleve cosas suyas, que siempre se pone pesado en pagarmelo todo y que adora que le abrace fuerte cuando vamos en moto. Sé que en su mochila de básquet siempre lleva una botella de fanta de naranja o coca-cola llena de agua, y que cada fin de año estrena calzoncillos rojos. Sé que hasta en invierno acostumbra a comer helado de postre y que se vuelve loco cuando le digo que le echo de menos. También sé que le gustaría ganar un poco más de altura (pero para mí ya es perfecto tal y como es). Sé que me quiere, que mataría por pasar toda la vida conmigo, que quiere tener dos hijos conmigo, que aún no sabe lo que estudiará pero también sé que elegirá bien. Sé que le gusta que lleve pendientes largos, y que aunque siempre que me duermo encima de su brazo le corto la circulación, sé que adora que me duerma encima de él. Sé que no le gusta despertarse tarde, que le gustaría que algún día le sorprendiera vestida de vaquera y que adora mis besos(pero solo los que él llama "de los buenos"). Sé que muchas noches cuando se va a dormir le gustaría que yo estuviera ahí con él, que a veces me deja ganar para que no me enfade, que tiene más cosquillas en el píe izquierdo que en el derecho, que de aquí 2 años tendrá más pelo en la cabeza que yo, que aún sigue esperando que algún día le baile y le cante, que su película favorita es Glory Road. Sé que duerme con un cojín entre las piernas, que en el mueble de debajo de su televisión guarda libros de cuando era pequeño, que le gustaría vestir más atrevido pero que nunca lo hará, que le vuelven loca las rubias pero está enamorado de una pelirroja, que se muerde todas las uñas menos dos, que se dejó mi pulsera en la bolsa de piscina de Huesca, que cada vez que escucha la canción de "whistle" se pone a cantarla, que le gusta que le abrace muy fuerte hasta ahogarle, y también sé que quiero pasar el resto de mi vida a su lado









jueves, 4 de octubre de 2012

¿Me preguntas que qué es lo que necesito? Necesito un chico que me quiera, pero poder salir de fiesta olvidándome de él. Necesito noches acompañada de alcohol y un par de chicos guapos que me deseen aún sabiendo que no puedo acercarme a ellos. Necesito adelgazar, poder mirarme al espejo y que no me entren ganas de bomitar. Necesito recuperar todo lo que he ido dejando atrás durante este año. Necesito magia, necesito tanta magia que todo me parece poco. Necesito un baile con un vestido largo y que lleve un buen escote, y que al entrar al baile suene esa canción que siempre consigue emocionarme y justo en ese momento aparezca él. Necesito una máquina del tiempo que me transporte meses atrás, ahí donde aún no sabía lo que era al amor, ahí donde seguía llorando noche tras noche porque el dolor de echarle de menos me estaba matando, ahí donde la amistad era lo único que corría por mis venas, ahí donde era feliz besándome con cualquiera y dejándole al día siguiente...necesito volver, bajarme de este tren y vivir, vivir la vida que cualquier niña de 15 años desea vivir, la fiesta, el alcohol, los besos cortos, las noches llorando, las primeras mariposas y las últimas lágrimas, la locura incontrolable a las horas de recreo, los cotilleos sobre el chico guapo que nos vuelve locas a todas y la emoción de contarles a tus amigas lo que hiciste el día anterior con ese chico que conoces desde hace un par de semana...los secretos que solo compartes con ellas, el tiempo para tí y la soltería. 
¿Quién dijo que vivir enamorado y correspondido es vivir feliz? ¿Quién se quejó de su soltería y quiso una historia de película? Porque estaba equivocado...cuando vives esa historia, todo se acaba; la magia, los deseos, la curiosidad, el amor... Y lo peor es que esa historia solo la vives una vez, luego todo són pedacitos de lo que quedó esa primera vez.









Pero le quiero.

jueves, 6 de septiembre de 2012

¿Como se puede vivir así?

Siempre he odiado el verano. Porque ese calor que me acaricia la cara acostumbra a ser de todo menos agradable. Porque la gente conoce a gente nueva que les lleva a caminos distintos, y eso les hace cambiar. Porque me siento sola sin los más queridos. Porque todos creen enamorarse en verano, y a finales de septiembre casi ni recuerdan ese amor fugaz y pasajero. Porque al terminar ése verano "perfecto", muchas parejas rompen y toca consolar y consolarse a sí mismo. Porque cuando acaba, me encuentro con alguien al que preferiría no cruzarme(aunque muy en el fondo, yo haya provocado ése encuentro "inesperado"), porque el verano me trastorna, me baja la autoestima hasta el sótano más profundo y de repente, me la sube hasta las nubes. Porque un día me despierto con ganas de comerte el mundo y al día siguiente, el mundo me come a mí. Porque pierdo la cuenta de todo; del día en que vivo, de la hora que es, y hasta de lo que es madrugar. Porque tener que soportar cuerpos perfectos y delgados con curvas perfectas y niñatas que pueden llevar bikinis perfectos de color rojo y blanco y hasta verde, y verlas a todas con camisetas cortas que dejan a relucir su perfecto ombligo mientras yo me tapo debajo de una camiseta que se parece más a un jersei que a cualquier otra cosa...porque tener que ver y tragar todas ésos cuerpos perfectos desde el primer pelo de la cabeza hasta el último dedo del píe, todo eso me repugna, me cambia pero a peor, ¿como se puede vivir así? Tan perfectamente escondidas detrás de un cuerpo, escondiendo el dolor de pasar de tío 9 a tío 10, a ser juguete y víctima de sentimientos no correspondidos, a ser un juguete érotico que se pasan uno a uno gratis, a no hacerse valorar y que no las quieren por lo que són, sino por como se ven. ¿Como se puede vivir así? Es imposible envidiar a un cuerpo perfecto, si ese cuerpo no ha conocido lo que es el amor verdadero.
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jueves, 19 de julio de 2012

Las no-sonrisas

Verle pasar y que tu orgullo pare a tu sonrisa y quedarte con ganas de sonreír. Que te hagan reír mientras estás cabreada y quedarte seria. Fingir que no eres feliz, esconder tu sonrisa porque no te gusta enseñarla al mundo, llorar cuando deberías salir a la calle y llenar cada esquina de sonrisas. ¿Donde van esas sonrisas que están a punto de salir y no salen? ¿Donde se esconden esas sonrisas que escondemos? Y las sonrisas que acaban convirtiéndose en lágrimas, ¿qué hacen con ellas? Supongo que se van corriendo hacia el escondite de las sonrisas perdidas, esperando a ser encontradas o más bien, rescatadas.
Y yo las encontré, me pesaban tanto que las tuve que rescatar de esa caja de pequeños recuerdos: el corazón.



(Re)encontrarse

Puedo pasarme días sin tus miradas cada medio segundo y con mis oídos tristes al no escuchar tu risa. Puedo pasarme días echándote de menos y escondiéndolo con un par de sonrisas forzadas cada tres minutos y un "estoy bien, soy fuerte". Pero no puedo esconder la felicidad que me corre por las venas cuando después de pasar días sin rozar tu piel, vuelvo a estar entre tus brazos. Ya no puedo quererte más de lo que te quiero, solo puedo quererte mejor.



jueves, 28 de junio de 2012

Destino o casualidad

"Querido destino: Gracias. Hace tiempo creí que el viento y las lluvias de abril se habían llevado mi sonrisa. Me hundí en un pozo de aguas frías, aguas con pequeñas espinas que se me iban clavando poco a poco. Pero no mentiré. Sé perfectamente que me negué a salir de ese pozo hasta que tú trajeras hasta mí como un imán a un chico sobre un caballo blanco y con tulipanes entre sus manos. Y esperé, esperé mientras el agua congelaba cada parte de mí y seguí esperando mientras el sol se apoderaba de mi piel. Hasta que un día, apareció. Sin el caballo blanco y sin los tulipanes entre las manos, pero supe que era él. Gracias destino. No sé como agradecértelo. Supongo que cuando nos uniste, lo único que nos pedías y la única cosa que esperabas de nosotros era que no quisiéramos. Pues esta noche puedes dormir tranquilo.  Te aseguro que jamás en la vida había querido tanto a alguien."


Atentamente: Una chica cualquiera que no sabía nada de la vida hasta que su vida se presentó delante de ella disfrazada de chico.



lunes, 25 de junio de 2012

(in)completo

Ella se sentía vacía, aún sabiendo que lo tenía todo. Un chico al que besar cuando le apeteciera y con el que poder pasar días enteros y quedarse con ganas de más. Gente a su alrededor al que podía llamar amigos, y una familia que la cuidaba y la quería. Pero su sonrisa escondía lágrimas que solo dejaba que se derramasen por su mejilla formando un pequeño río por la noche. Noches en que se sentía sola y solo le quedaba la compañía de la luna y un par de cojines al que abrazar cuando sentía nostalgia de él. De vuelta a la rutina de cerrar la luz y con los ojos medio abiertos, ponerse a escuchar esas canciones que la hundían más en sus pequeñas chorradas. Solo deseaba que noches como esta, él estuviera con ella. Y la abrazara. Y la besara. Y la amara. Pero sobretodo, poder dormirse entre los brazos de él, mientras escuchaban un par de esas miles de canciones que compartían. Pero esa noche él no estaba, y ella le necesitaba. Pero la tenía a ella; su carcajada en cada risa y su lágrima en cada lloro. La persona que le había sido más fiel. Por la que seguía sonriendo en noches como esta. La pequeña alegría que llenaba su vida de color.


jueves, 21 de junio de 2012

Elegir

Una noche cualquiera, con la luna como protagonista, elegí quererte y con ello, todas sus consecuencias. Elegí que tu risa se convirtiera en la armonía que acompañaba mis días, que tus besos acabaran siendo el alimento del que alimentarse mi corazón. Elegí dormirme cada noche con tu imagen en mi cabeza, y querer despertarme cada mañana con el susurro de tu voz. Elegí perderme en cada rincón de tu cuerpo, y que tus dedos se enredaran cada tarde en mi pelo. Elegí ponerme a temblar cada vez que nuestro amor sufriera algún daño, y llorar noche sí y noche no por miedo a perderte. Elegí tener miedo. Que mi vida colgara de un hilo que tú sujetabas, y mi felicidad colgara de tus manos. Elegí aceptar cada fallo, cada manía, cada defecto y cada error. Elegí dejar de vivir mi vida para empezar a vivirla contigo, y dejar de ser una para convertirnos en dos. Elegí que tú me enseñaras otra forma de amar, y otra manera de vivir. Elegí ser fuerte. Y al sumar todas esas cosas, me dí cuenta de que el resultado era que te elegí a tí.