Una sonrisa apagada

Y al cerrar los ojos, te recuerdo. Tú siempre tan bien peinado, con una palabra en la punta de la lengua. Tú con tus cinco sonrisas, la de "perdóname", la de "bésame", la de "no te vayas", la de "no te entiendo, pero me gusta escucharte", y la de "te quiero". Y recuerdo esas mañanas en que nuestras manos se encontraban por casualidad, y nuestros dedos se enlazaban sin querer. Y te recuerdo. Si tu supieras cuanto me llegas a querer en mis sueños, te asustarías. Debo dejar de drogarme con fantasías. Pero ésta noche no. Mañana quizás lo dejo.

Querer sin querer

Ella adoraba todo lo que tenía que ver con él. El hecho de estar enamorada la atontaba más de lo que ya era. Adoraba pasar noches en vela llorando y deseando que él la llamara. Adoraba ese escalofrío que le corría por el cuerpo cada vez que se cruzaban. No podía evitar sonreír cada vez que le veía reír. Y es que él nunca fue de reír mucho. Solo cuando estaba con ella. Pero el problema era que ya no estaban juntos. Que el amor y el aprecio que se sentían mutuamente, ya no estaba. Era una historia más de esas miles historias que siempre acaban mal. Y ellos lo sabían. Sabían que había sido una historia preciosa, de esas que podrías explicar a cualquier persona, y siempre emocionaría. Y la verdad es que se conocieron por casualidad. Ni siquiera se buscaban. Fue un golpe del destino. 

Yo de él, él de otra

Me siento como eso que acostumbran a decir de "los dos estamos enamorados. Yo de él, y él de otra". Es muy típico. Amores no correspondidos. Amores que te muerden el corazón. Que va pasando diciembre, y con cada suspiro que dejo ir me voy cargando un poco más este año. Voy dejando atrás un año lleno de promesas que aun no he podido cumplir. Voy dejando atrás tristezas, sonrisas, miradas. Te voy dejando atrás a ti. Porque cada día que pasa, es un paso más que vamos dando en sentido contrario. Alejándonos el uno del otro. Dispersándonos. Viviendolo todo, pero sin vivir nada juntos. Tú con otra que te hace feliz. Yo con otros que intentan hacerme feliz.

Un adiós a medias

Se miraron, y se hizo un largo silencio. Él la cogió de las manos, y mientras ella lo observaba, se abrazaron. En la cara de ella se dibujó una sonrisa cansada. La última sonrisa que iba a soltar por él. Sabía que esa era la última vez que estaría entre sus brazos, pero no tuvo miedo. En ese momento, el único sentimiento que podía sentir era amor. Estaba segura de que después de eso, le quedaban muchos días llorando y arrepentiéndose de haberle dejado marchar así, sin más, sin decirle algo del estilo "por favor, quédate" o sin haber intentado solucionar todo eso que los separaba. Pero ése, solo ése era el único momento en que podían darle otra oportunidad al amor. Solo así, separados por algo que nisiquiera ellos sabían lo que era, podían comprobar si sobrevivirían separados. Era el momento de encontrar a otro que la amara, la respetara y volviera a hacerle sentir ese cosquilleo. Era el momento de que llegara otro que le volviera a hacer sentir amor. Pero ella sabía que nadie iba a ser como él. 

Una noche escasa de amor

-Hola. Verás, no quiero que me digas tu nombre. Tampoco pretendo adivinarlo. Seremos dos desconocidos, que se conocieron en un bar, una noche de luna llena, tomando una copa de whiskey. No habrán mañanas. Solo esta noche. Tú no me enamorarás, y yo a ti tampoco. Nada de trampas de amor.
+Hola bonita, encantado de conocerte. Será solo esta noche. En este bar. No subiremos a casa de ninguno, no habrá beso, y mañana, al despertarte, ni me recordarás. Yo no estaré a tu lado, porque ni siquiera habremos dormido juntos. 
-Espera, no me llames bonita. Lo único que conseguirás será que me quede tonta por tí. Trátame normal, como tratarías a una amiga cualquiera.
+Está bien, lo que tu quieras.
-Oh no, tampoco sonrías...
+¿Por qué no?
-Porque si sonríes una vez más, me enamoraré de tí.






(Seguidme: https://twitter.com/dreea15 )

El alcohol no disimula las penas

Bebo un poco más de agua. Nada de alcohol, que me he dado cuenta de que las penas no se esconden detrás de botellas de vidrio que te emborrachan y te hacen decir cosas que no desearías haber dicho. Voy a reír un poco más, que ya hace tiempo que se me olvidó sonreír y he de practicar para cuando tu estés delante. Voy a dormirme, que esos sueños me hacen parecer menos loca cuando los sueño dormida. 

(Seguidme: https://twitter.com/dreea15)