domingo, 12 de junio de 2011

El sol de esta tarde

Hoy es uno de esos días en que intento encajar todo. Tengo las piezas del puzzle desordenadas, y a causa de mi aburrimiento, las cojo y no paro hasta que encajan. Me siento en mi balcón y observo el paisaje. Me doy cuenta de que hay pájaros que vuelan con miedo, otros se creen cometas, se sienten libres, como si tubieran el mundo bajo ellos. El aire mueve las ramas de los árboles, el sol es tímido y se esconde detrás de la bonita silueta que forman esas montañas lejanas. No hay tristeza, las flores ríen, el cielo está abierto a mí, puedo dejar ir todo tipo de pensamientos, puedo dejar ir cualquier recuerdo, y se que volverá.
Esta tarde, sentada donde me senté la primera tarde que hablé contigo, y contemplando lo mismo que pude ver mientras te contaba que me encontraba mal, que tenía calor y que notaba como si mi piel se estubiera volviendo naranja. Esta tarde, me he dado cuenta de que aun te echo de menos. Y por mucho que me aleje, sigue siendo así. El cielo se está volviendo gris, creo que va a llover, el sol se va...¡Es todo culpa tuya! Cuando te pienso, se apaga la luz en mi vida y he de vencer a la oscuridad.

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