miércoles, 25 de mayo de 2011

Su tarta de fresa se caducó


-Buenos días, princesa. He ido a la cafetería de abajo, pero al ver que no había la tarta esa de fresa que tanto te gusta, me he ido a esa pastelería que aunque las tartas son más caras, las hacen mucho más buenas. Y te he comprado la tarta de fresa más grande que había. La tienes en la mesa, ¿quieres que te la traiga a la cama? ¿Te preparo algún zumo?, ¿te apetece un café? También puedo prepararte una de esas bañeras que tanto te gustan, llenas de espuma. Espera, ¿qué haces? ¡No te peines! Estás mucho más bonita al natural. A demás, hoy no vas a salir. Me he tomado el día libre para estar contigo, y así podremos ver todas esas películas que tanto te gustan. He alquilado la de “con los ojos del corazón”, que se que la has visto más de diez veces y aun así no te cansas. Después podremos ver “el diario de Noah”, y al terminarla, ver “Pretty Woman”. Y si quieres, haré un esfuerzo y veré “A tres metros sobre el cielo”. Por cierto, creo que no te lo he dicho, pero te he comprado chocolate. Ayer por la noche te lo acabaste, no quería que te quedaras sin. Y mañana te llevaré al teatro, pero antes cenaremos en un lujoso restaurante. Y no me vengas con la misma historia de siempre de que vale demasiado dinero y que no me lo debo gastar en estas cosas...Porque si yo trabajo, es para ti. He pensado que podría llevarte algún fin de semana a un pueblecito lejano, donde hay un campo lleno de tulipanes. Así podrías tumbarte, dormirte y despertarte entre millones de tulipanes, ya que se que es tu sueño. Ah, me olvidaba, hoy me he despertado para ver si estabas bien, y al ver que estabas destapada dudé en si tenías calor o frío, pero por la cara que ponías, creo que tenías frío. Te tapé y creo que no te volviste a despertar. ¿Has dormido bien? Mi amor, quiero que sepas que desde que te conocí mi vida se ha vuelto extrañamente magnífica. Ahora ya no pienso en mí, todo lo que hago es por ti. Es como si hubiera enganchado mi sombra a tus talones, y así donde tu vas, yo te sigo. Piénsalo, es la única vida que podemos compartir. Yo te quiero, pocos hombres te van a querer como yo, aunque al ser tú, te mereces que todos los hombres del mundo te quieran. Pero te van a hacer daño, yo se lo que es el amor, déjame enseñártelo. Pasemos este día que te he preparado como si volviéramos a ser niños...Te haré reír, te haré feliz, y te juro que no te arrepentirás de haber pasado uno de tus valiosos días a mi lado. Perdóname por no haber querido conocerte antes, perdóname por tener miedo a quererte. ¿Pero qué más da el pasado? Te quiero, princesa. ¿Vamos a desayunar? Tú eliges cual es la primera película que vamos a ver- Y le sonreí, esperando que de su boca saliera algo estilo “elígela tú, sorpréndeme”.
-Lo siento, he quedado. Puedes llamar a alguien para que pase el día contigo. Hasta esta noche, sé un buen hombre-Y poniéndose la chaqueta, salió de casa. No me había dado cuenta, pero mientras yo hablaba, ella ya se había arreglado. Y otra vez más, se fue, dejándome solo con su tarta y sus películas.

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