viernes, 22 de abril de 2011

Aprender a vivir

Hace ya catorce años,una bebé de apenas dos semanas se puso bastante enferma.Sus padres la vieron con un tono de piel liloso y con ojos llorosos. Rápidamente la llevaron al hospital,y de ahí a la UCI. La gente que la rodeaba pensaba que ella no saldria adelante,que la acabarian perdiendo.
El sol se ponía y volvía a salir, y ella seguía en su incubadora, con todo el pequeño cuerpo lleno de cables y cosas que le hacian de ayuda para que pudiera seguir adelante.
La preocupación en los familiares iba creciendo, y es que cada día que pasaba, la salud de la bebé se complicaba más. Nada servía,la bebé seguía estando al borde de la muerte.
Pero éso no era razón para que ella se rindiera. Al contrario, la bebé luchó y no se rindió, tenia que poder vivir la vida de la mejor manera, crecer, enamorarse, y ser feliz. Queria sonreir sin razones y llorar siempre que pudiera de felicidad. Deseaba poder hacer promesas que nunca cumpliera y jugarse mucho en algo que casi no supiera. El llegar a arriesgarse y vivir hasta que llegara su momento, y  ése no era su momento. Queria enamorarse del chico perfecto. Merecía como cualquier otra persona al nacer ser feliz, pero también necesitaba saborear las lágrimas por la pérdida de algo o por un sueño roto.
Salió adelante y, ahora, vive la vida. No siempre sonrie pero si que lo hace la mayor parte del tiempo. Se ha enamorado y se ha arriesgado. Ha echo promesas que nunca cumplirá.
Y es por eso que dicen que el 19 de marzo, volví a nacer.

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