miércoles, 26 de octubre de 2011

Sueños de una soñadora encarcelada por el amor

Que se me escapa la vida imaginando que vuelves...:


Salí de casa con prisas. Dejé ir un suspiro ya que llegaba tarde a clase y encima hacia frío. Pero antes de que pudiera avanzar, noté unas manos frías tapándome los ojos. Me asusté, pero no grité. Ésa persona que me tapaba los ojos se situaba detrás mío, y decidí tocarle para averiguar quien era. Toqué sus manos y pude comprovar que eran más grandes que las mías. Le toqué los labios y él me dejó un pequeño beso en el dedo. Y llegué a su pelo. Era suave, y llevaba puesta la capucha. Y fue en ése momento en que el miedo se fue volando. Le cogí las manos y las quité despacio de mis ojos, y mientras me giraba, le dije:
-¿Qué haces aquí? Te he esperado durante muchos meses-El cuerpo me temblaba y ya no sabía si era por el frío o por los nervios de volver a tenerlo a 10 centímetros de mi.
-Has echo bien en esperarme. Te dije que algún día volvería, y aquí estoy-Y se acercó un poco más hacia mi.
-Y yo te aseguré que no te estaría esperando siempre. Ya no quería que volvieras, ¿por qué ahora? He aprendido a vivir sin ti, ya no te echaba de menos, puede que ni si quiera te quisiera. Y ahora vienes y pretendes volver a enamorarme con esas miradas que me sueles hacer. ¿Crees que voy a creerme que aun me quieres?
-Sé que mientes, que nunca has dejado de quererme y que si te lo pidiera, ahora te escaparías conmigo a cualquier lugar del mundo. ¿Y sabes como lo sé? Porque has salido con prisas y cuando has sabido que yo estaba aquí contigo, te has parado. Y has olvidado de que ahora tienes clase, ni siquiera has mirado el reloj para ver cuantos minutos te estoy robando. Porque llevas tanto tiempo deseando que suceda esto que ahora que me tienes delante no eres capaz de dejarme escapar. ¿Pero sabes otra cosa? Yo también llevo mucho tiempo deseando que ocurra esto. Yo también te he echado de menos. Y el hecho de que tu no me creas no cambia nada. Quiero escaparme contigo, pequeña. A donde tu quieras. ¿Deseas ir a París? Pues vayamos. Que el mundo no nos lo impida, no importan las normas, no importa nada, solo importas tú, lo único que me importa ahora es poder estar contigo, hemos perdido muchos meses por culpa del orgullo, pero ahora no vamos a perder más tiempo, juntos ganaremos mucho más de lo que hemos perdido a lo largo de nuestras vida. 
-¿Te estas escuchando? Estás hablando de nosotros. ¡Claro que quiero escaparme contigo! Siempre y cuando jures no volver a abandonarme. Yo prometo aceptar tus celos, y tu aceptarás lo rara que soy. Ésta vez todo saldrá bien, lo presiento. Y cuando yo presiento algo, es porque pasará de verdad.






Uno de esos miles de sueños perdidos entre la luz de la luna, uno de esos miles de sueños que espero que algún día, se cumpla.

2 comentarios:

  1. :o! Andrea...es teeu? M'encanta, m'encanta,m'encanta,m'encanta.....es preciós, es veritablement preciós.

    ResponderEliminar