viernes, 23 de septiembre de 2011

CASI como siempre

Ya lo sé, la perfección no existe. Pero yo llegué a creer que él era perfecto para mi. No importaba lo muy simples que fueran sus palabras, porque yo no quería escuchar nada que no saliera de su boca. Tenía una manera de mirarme que me hacía sentir la chica más afortunada. Siempre quería vivir los momentos a mi lado como si el mundo se fuera a acabar al día siguiente. Sé que el mundo no se acabaría, pero si que podía acabarse nuestro amor y por eso, intenté aprovechar al máximo el tiempo a su lado. Y ahora que ya no está, que hace meses que se ha ido, sigue mirándome de la misma manera. Y yo, sigo queriéndole igual. Puede que un poco más, quizá demasiado más. Así es, nunca le logré olvidar. Solo aprendí a vivir sin él, y dejé de gritar que le quería.

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