viernes, 26 de agosto de 2011

Del amor, a la amistad

Tu, que siempre fuiste como el cielo que jamás pude tocar. Mi primer amor, el que nunca lograré olvidar. De esos que sabes que nunca van a ser correspondidos y pasan a ser amores platónicos para siempre. Debo admitir que se me hizo bastante difícil aceptar que solo debíamos ser amigos, mientras cada latido de mi corazón llevaba escrito tu nombre. El hecho de que yo siempre haya sido tu gran amiga complicó todo. "No podemos estar juntos, nuestra amistad es demasiado grande como para arriesgarnos". ¡Maldita sea! Siempre he querido arriesgar por ti, oh vamos, te quise durante más de siete años. ¿Es que no te pareció suficiente espera? Era yo la que seguía a tu lado cuando todos se alejaban, la única que sabía leer la tristeza en tu mirada mientras todos se limitaban a verte sonreír y a creer que eras feliz. ¿Quien te abrazó durante horas cuando solo querías llorar? Dime, ¿quien hizo parar tus lágrimas cuando te sentías solo, haciendote reír y demostrándote que eres increible?, ¿quien se sentaba a tu lado cuando nos gritabas que querías estar solo?, ¿quien te lo perdonó todo?, ¿quien te lo dió todo sin esperar nada a cambio? YO. Y no te diste cuenta de lo que tenías al tenerme a mí, hasta que me fui. Sé que fue lo correcto, alejarme de tí. Y desde el momento en que te dije "hasta pronto", supe que nada había acabado. Que solo era el principio, de nuestra gran historia. Nuestra gran historia de amistad.

Porque siempre hemos sido tu y yo, y todos los demás. Porque siempre acabas mis frases, y yo las tuyas. Puede que solo nos parezcamos en pocas cosas, pero siempre he pensado que somos tal para cual. Solo tu sabes como cogerme para evitar que me caiga. Solo tu conoces todas mis sonrisas, desde la primera, hasta la última. Porque tu me haces reír como nadie nunca lo hace. Y solo pido que nunca me faltes, que nunca deje de escuchar tu típica frase que sueles decirme cuando estoy triste:
"Sonríe. Hazlo por mí"

No hay comentarios:

Publicar un comentario