Una sonrisa apagada

Y al cerrar los ojos, te recuerdo. Tú siempre tan bien peinado, con una palabra en la punta de la lengua. Tú con tus cinco sonrisas, la de "perdóname", la de "bésame", la de "no te vayas", la de "no te entiendo, pero me gusta escucharte", y la de "te quiero". Y recuerdo esas mañanas en que nuestras manos se encontraban por casualidad, y nuestros dedos se enlazaban sin querer. Y te recuerdo. Si tu supieras cuanto me llegas a querer en mis sueños, te asustarías. Debo dejar de drogarme con fantasías. Pero ésta noche no. Mañana quizás lo dejo.