lunes, 16 de mayo de 2011

Quise agarrar esos sueños, pero el viento es más fuerte y se los llevó

A veces pienso y pienso, y no hago más que preguntarme: ¿por qué siempre llegas cuando quiero que te vayas? Cuando consigo olvidarte, vuelves a aparecer. Como me olvidaré de ti, si tienes esa sonrisa que me alegró tantas mañanas, y esos ojos que tanto vi llorar. Como me voy a alejar, si cuando me intento ir, tus brazos me piden a gritos que vuelva. Si tienes esa manera de ver las cosas tan...infantil. Y tus palabras me enamoraron. Quise cumplir tantos sueños a tu lado... quería que me llevaras a la playa, y cogiéndome de la mano, ayudarme a meterme dentro, para así superar mi miedo a las olas. Llevarte a París y besarte bajo la Tour Eiffel, y aunque a nuestro alrededor hubieran más de diez parejas más, sentiríamos como si estuviéramos solos. Perdidos por las calles de París...me despertarías con un “buenos días, mi princesa”, y al irnos a dormir, me besarías y me dirías: “de todas las cosas que he echo hoy, lo mejor ha sido verte”. Me llevarías a restaurantes baratos, me harías bailar bajo la lluvia y cuando estuviéramos lejos me enviarías mensajes diciéndome que me echas de menos. Los días se volverían cortos a tu lado, y aunque tuvieras mil amigas, yo siempre sería la primera. Cada día que cumpliéramos un mes más, me despertaría y sobre la cama habrían diecisiete tulipanes. No habrían mentiras, ni infidelidades ni engaños. Seríamos el uno para el otro, seríamos nosotros. Quizá nos casaríamos, y la noche de bodas sería la más romántica de nuestras vidas. Pero esa noche no beberíamos, para así recordarla siempre. Y si, también moriríamos juntos. Pero al morir, habríamos echo todo eso que de pequeños nos cumplimos. Y estaríamos eternamente juntos...y el fuego de nuestro amor nunca se apagaría. (Qué bonito es soñar, suerte que aun es gratis)

No hay comentarios:

Publicar un comentario