Puedo pasarme días sin tus miradas cada medio segundo y con mis oídos tristes al no escuchar tu risa. Puedo pasarme días echándote de menos y escondiéndolo con un par de sonrisas forzadas cada tres minutos y un "estoy bien, soy fuerte". Pero no puedo esconder la felicidad que me corre por las venas cuando después de pasar días sin rozar tu piel, vuelvo a estar entre tus brazos. Ya no puedo quererte más de lo que te quiero, solo puedo quererte mejor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario