Me siento como si estubiera por los suelos. Como si una fuerte oleada de aire me hubiera tirado, y me he quedado así, en el suelo, sin poder levantarme. Como si tubiera un imán que hiciera que abrazara el suelo y no pudiera alejarme. Estúpido, ¿verdad? Si te caes te levantas, y si te vuelves a caer, vuelves a levantarte. Que simple llega a sonar, y que complicado ponerlo a la práctica.
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